Brunch Magazine | Una revista de moda para gente que no lee revistas de moda

NORMCORE: LA ANTI-MODA QUE ESTÁ DE MODA

  • Lenna Dunham en una escena de la serie Girls.

    ¿Qué mejor que hablar de una tendencia que está de moda, pero no sigue la moda, en una revista de moda para gente que no lee revistas de moda? Eso pensé yo justo antes de que mi cerebro entrara en colapso investigando qué podría ser interesante contaros en mi primer artículo para BRUNCH (he de deciros que colapsó igualmente cuando me hice la "multiredundante" pregunta que da comienzo a estas líneas).

    Bien, vayamos al meollo del asunto. Imaginemos a la típica persona que se viste sin tener en cuenta las tendencias y las modas y que incluso desafía las leyes del buen gusto usando prendas como camisetas de algodón (lisas, insulsas y de oferta), chanclas con calcetines y vaqueros o pantalones chinos de colores como el caqui... vamos, lo que viene a ser el "uniforme de guiri". Pues aunque vayáis a quedaros "ojipláticos" ante lo que estáis a punto de leer, esa estética es ahora la más molona y moderna. Sí, es la estética NORMCORE.

    Este término (que os aseguro que escucharéis bastante próximamente si no lo habíais "fichado" ya) fue acuñado por la agencia de previsión de tendencias K-Hole, que aunque lo define de forma más profunda, viene a decirnos que ya no mola planificar los looks como si nos fuese la vida en ello y que para ser cool y original, lo mejor es no serlo en absoluto. Según explica el fundador de la revista Garmento, Jeremy Lewis, en The Cut (sí, necesito ya una cita de autoridad que os demuestre que "la nueva" no está loca): "Hablamos del antilook, de mostrarse agotadoramente anodino, eximirse a uno mismo de la tendencias, para no ser como una oveja que sigue al rebaño".

  • El casting de la serie Seinfeld.

    En resumidas cuentas, estos del NORMCORE, apuestan por vestir prendas básicas (el eufemismo de feas y/o vulgares) y destierran la idea de adquirir el último hit de cualquier firma. Pretenden transportarnos de nuevo a los noventa, están convencidos de que la ropa deportiva es apta para cualquier espacio y tiempo y sus referentes estilísticos son (el omnipresente) Jerry Seinfeld o incluso (el omnipotente) Steve Jobs. Una versión actual de la despreocupación en el vestir podría ser Adam, el paciente novio de Dunham en Girls.

    Así, su armario se compone de: forros polares, camisetas de algodón 3x2 (si es feo que al menos sea barato), vaqueros de corte mom (pantalones de madre), gorras con logos de equipos (y sus variantes) y chancla-sandalias (veánse las Birkenstock o las Crocs y suban la apuesta sumándole calcetines) o en su defecto zapatillas de deporte (ahora entendemos el furor por las Stan Smith de Adidas).

  • Foto de Amy Lombard para THE CUT.

    Entonces, ¿mi vecino del quinto, que pasea al perro en deportivas y chándal, es normcore? No. Los practicantes de esta "tendencia-anti-tendencia" no se visten así porque les dé igual la moda o la desconozcan, todo lo contrario. Conocedores de lo que se cuece en el mundillo fashion, quieren demostrar al universo que son tan "chupiguays" que pueden seguirlo sin esforzarse en elegir modelito.

    Sin embargo, este intento de reinterpretar los estilismos que tradicionalmente representaban la anti-moda y abogar por la normalidad fuera del circuito histriónico fashion, corre el riesgo de convertirse...

    Foto de Amy Lombard para THE CUT.

    ...(si no lo ha hecho ya) precisamente en aquello que no quiere ser: tendencia.Y es que, lo más cool actualmente en las calles de Nueva York es calzar unas Birkenstock y en cualquier tienda low cost es fácil encontrar chaquetas de chándal, pantalones de tiro alto y calcetines imposibles.

    Quizá, entonces, también el normcore esté siendo engullido por el propio sistema del que pretende desmarcarse.Quizá ya es tendencia lo que nació evitando serlo.

    Clara Ferrero. @clara_ferrero

  • Lenna Dunham en una escena de la serie Girls.

    ¿Qué mejor que hablar de una tendencia que está de moda, pero no sigue la moda, en una revista de moda para gente que no lee revistas de moda? Eso pensé yo justo antes de que mi cerebro entrara en colapso investigando qué podría ser interesante contaros en mi primer artículo para BRUNCH (he de deciros que colapsó igualmente cuando me hice la "multiredundante" pregunta que da comienzo a estas líneas).

    Bien, vayamos al meollo del asunto. Imaginemos a la típica persona que se viste sin tener en cuenta las tendencias y las modas y que incluso desafía las leyes del buen gusto usando prendas como camisetas de algodón (lisas, insulsas y de oferta), chanclas con calcetines y vaqueros o pantalones chinos de colores como el caqui... vamos, lo que viene a ser el "uniforme de guiri". Pues aunque vayáis a quedaros "ojipláticos" ante lo que estáis a punto de leer, esa estética es ahora la más molona y moderna. Sí, es la estética NORMCORE.

    Este término (que os aseguro que escucharéis bastante próximamente si no lo habíais "fichado" ya) fue acuñado por la agencia de previsión de tendencias K-Hole, que aunque lo define de forma más profunda, viene a decirnos que ya no mola planificar los looks como si nos fuese la vida en ello y que para ser cool y original, lo mejor es no serlo en absoluto. Según explica el fundador de la revista Garmento, Jeremy Lewis, en The Cut (sí, necesito ya una cita de autoridad que os demuestre que "la nueva" no está loca): "Hablamos del antilook, de mostrarse agotadoramente anodino, eximirse a uno mismo de la tendencias, para no ser como una oveja que sigue al rebaño".

  • El casting de la serie Seinfeld.

    En resumidas cuentas, estos del NORMCORE, apuestan por vestir prendas básicas (el eufemismo de feas y/o vulgares) y destierran la idea de adquirir el último hit de cualquier firma. Pretenden transportarnos de nuevo a los noventa, están convencidos de que la ropa deportiva es apta para cualquier espacio y tiempo y sus referentes estilísticos son (el omnipresente) Jerry Seinfeld o incluso (el omnipotente) Steve Jobs. Una versión actual de la despreocupación en el vestir podría ser Adam, el paciente novio de Dunham en Girls.

    Así, su armario se compone de: forros polares, camisetas de algodón 3x2 (si es feo que al menos sea barato), vaqueros de corte mom (pantalones de madre), gorras con logos de equipos (y sus variantes) y chancla-sandalias (veánse las Birkenstock o las Crocs y suban la apuesta sumándole calcetines) o en su defecto zapatillas de deporte (ahora entendemos el furor por las Stan Smith de Adidas).

  • Foto de Amy Lombard para THE CUT.

    Entonces, ¿mi vecino del quinto, que pasea al perro en deportivas y chándal, es normcore? No. Los practicantes de esta "tendencia-anti-tendencia" no se visten así porque les dé igual la moda o la desconozcan, todo lo contrario. Conocedores de lo que se cuece en el mundillo fashion, quieren demostrar al universo que son tan "chupiguays" que pueden seguirlo sin esforzarse en elegir modelito.

    Sin embargo, este intento de reinterpretar los estilismos que tradicionalmente representaban la anti-moda y abogar por la normalidad fuera del circuito histriónico fashion, corre el riesgo de convertirse...

    Foto de Amy Lombard para THE CUT.

    ...(si no lo ha hecho ya) precisamente en aquello que no quiere ser: tendencia.Y es que, lo más cool actualmente en las calles de Nueva York es calzar unas Birkenstock y en cualquier tienda low cost es fácil encontrar chaquetas de chándal, pantalones de tiro alto y calcetines imposibles.

    Quizá, entonces, también el normcore esté siendo engullido por el propio sistema del que pretende desmarcarse.Quizá ya es tendencia lo que nació evitando serlo.

    Clara Ferrero. @clara_ferrero

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