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Siendo honestos, en moda, los conceptos de reciclaje, de una segunda vida para las prendas o del aprovechamiento de los recursos suele dar resultados curiosos, interesantes, atípicos pero muy pocas veces apetecibles. Sin embargo,
PEPA SALAZAR ha conseguido romper con todos estos prejuicios en su colección para el VERANO 2018. Una pieza de seis metros con su apellido grafiteado fue aprovechada al máximo al cortar los patrones de las distintas camisetas que abrían un desfile que se celebraba en el MERCADO DE ANTON MARTÍN. A partir de ahí, toda una serie de vestidos modelados sobre el cuerpo se combinaban con prendas cedidas por la marca NIKE a las que se les daba un nuevo uso transformándolas en faldas asimétricas. El glitter invadía prendas (y cuerpos enteros) para demostrar que lujo y reciclaje pueden ir de la mano. Unos impresionantes abrigos rojos de flecos cerraban una colección con un mensaje de ahorro pero al mismo tiempo llena de prendas que a todos nos apetecería llevar.
José Ramón Rocabert.