Brunch Magazine | Una revista de moda para gente que no lee revistas de moda

ESCAPADAS PRE-NAVIDAD A LA EUROPEA

  • Llega la Navidad y todas las ciudades se ponen de tiros largos con luces y guirnaldas, una tradición anterior a la sociedad de consumo (aunque los grinch se empeñen en lo contrario), que en algunos casos sirve para poner de relieve la ya de por si belleza de esos lugares. Si aún no tienes plan para el puente, te proponemos algunos destinos europeos en los que disfrutar del preludio de las fiestas navideñas y vivir la ciudad en su máximo esplendor.

    NUREMBERG/ ROTHENBURG (ALEMANIA)

    El mercado navideño de Christkindlesmarkt, ubicado en el corazón del casco antiguo de la ciudad, data del siglo XVII. Desde entonces, Nuremberg se atrezza con luces, música y puestos de artesanía y gastronomía local, donde podrás disfrutar de las salchichas Bratswurt locales, con una receta de más de 700 años de antigüedad, y del clásico vino caliente especiado que resucita a un muerto y es el mejor aliado para combatir las bajas temperaturas.

    Apenas a una hora de allí, se encuentra Rothenburg, una de las ciudades más románticas y paseables de Alemania y escapada obligada desde Nuremberg para disfrutar del Reiterlesmarkt, un mercado navideño más íntimo enmarcado en un casco viejo amurallado y colorista, en el que no debes renunciar a la sobredosis de glucosa de los schneeball (bola de nieve), un dulce típico recubierto de chocolate o azúcar en polvo. Si vas con niños o llevas uno dentro, no dejes de visitar el Puppen & Spielzeug Museum y la tienda Käthe Wohlfahrt, donde podrás darte un auténtico atracón de Navidad en cualquier momento del año.

  • COPENHAGEN (DINAMARCA)

    Porque la Navidad no es sólo oropel y lujerío, somos muy fans del mercadillo de Christiania, el barrio-estado-independiente más alternativo de la Vieja Europa. Cientos de puestos que venden artesanía y antigüedades en una disposición que recuerda más a un bazar oriental que a un mercado navideño. No obstante si te va más lo clásico, la ciudad te ofrece también otras alternativas: Los jardines de uno de los parques de atracciones más antiguos del mundo se tematizan para la ocasión: luces, casetas de madera, abetos nevados, el trineo y hasta el mismísimo Santa Claus en el Tívoli. Cerca de allí, otro mercado que recibe el nombre del cuentista más famoso de Dinamarca: Hans Christian Andersen. Su principal atracción es un enorme carrusel antiguo que hace las delicias de pequeños y mayores.

    El puerto de Nyhavn, el Castillo de Kronborg, el Meatpacking District (con una propuesta más orientada a la gastronomía), la Real Escuela de Bellas Artes y el propio casco antiguo son los otros emplazamientos que se dejan inundar por el espíritu navideño convirtiendo la ciudad en una auténtica fiesta.

  • ZURICH (SUIZA)

    La racionalísima y financiera ciudad suiza se transforma en los prolegómenos de la Navidad y se llena de pequeños mercados que ocupan hasta el último rincón de Zurich: desde la Estación Central, que alberga el más grande con más de 160 casetas debidamente decoradas, pasando por la Ópera hasta el más antiguo y tradicional en el corazón de la ciudad. Visita obligada es el árbol instalado en la Werdmuhleplatz, más conocido como el Singing Christmas Tree, alrededor del cual nunca falta un coro cantando villancicos y canciones populares. Y por supuesto, recomendamos también dulces y vino caliente a raudales para sobrellevar las gélidas temperaturas con la mayor alegría posible.

    TALLINN (ESTONIA)

    Tallinn es todo el año una ciudad de cuento, pero las luces y la decoración pre-navideña consiguen sublimar su encanto: Un mercado tradicional en el que la nieve no es de atrezzo y en el que la oferta gastronómica va en consonancia a las temperaturas casi polares: morcilla, sauerkraut (chucrut), pato asado y pescados encurtidos a la nórdica (no podía faltar el clásico arenque). Calorías en vena regadas con vino especiado.

    Numerosas actividades culturales, principalmente música y danza, y hasta una "embajada" de Santa Claus para que los niños puedan leer poemas y pedir sus regalos en línea directa con Laponia completan la oferta.

  • Le llaman "La ciudad de la Navidad" y no en vano el origen de su mercadillo se remonta a 1570: El Christkindelsmärik de Estrasburgo no es sólo uno de los mercados navideños más antiguos de Europa, sino también uno de los más grandes y bellos. Además de encontrar abetos gigantes, decoración y aretsanía, gastronómicamente ofrece joyas alsacianas como las bredelas (galletas) o el bûche de Noël (tronco de Navidad). Su epicentro es un abeto de 31 metros de altura, pero el espíritu de la navidad se extiende por calles y plazas desde Broglie a la Place Gutenberg, pasando por la catedral, el Palais Rohan o incluso un OFF Market en la Place Grimmeissen.

    A menos de una hora, encontramos otro paraíso navideño alsaciano, esta vez en la pequeña y singular ciudad de Colmar: Allí, integran perfectamente la decoración estacional con los múltiples encantos de su casco viejo, persé peaotonal, convirtiendo sus calles, plazas y callejones en un auténtico escenario de cuento de hadas inundado por el espíritu de la navidad. Recomendamos totalmente el doblete.

  • PRAGA (ESLOVAQUIA)

    Otra de nuestras ciudades europeas favoritas se viste de gala cuando el final del año se acerca: La capital eslovaca aparece en todas las listas de mejores mercados de Navidad de Europa gracias a sus amplísima oferta: En la Plaza de la Ciudad Vieja, cuyo árbol es el que cuenta con más bombillas de todo el país. El de Havel que data de 1232 convirtiéndole en uno de los más antiguos (si no el más) del mundo. El de la Plaza Wenceslao con una oferta gastronómica de especialidades checas e infinidad de tipos de cerveza, y el de la Plaza de la República más centrado en artesanía son algunos de los principales highlights de la ciudad en diciembre.

    BRUSELAS (BÉLGICA)

    Desde finales de noviembre hasta el día 1 de enero, las calles de Bruselas son una auténtica fiesta: se celebra el Winter Wonders, un auténtico festival de la Navidad que incluye un mercadillo con más de 200 casetas, una zona de feria con atracciones, una pista de hielo, un show audiovisual alrededor de un gran abeto, conciertos, visitas guiadas, mapping de inspiración japonesa sobre la catedral que conmemora los 150 años de relaciones diplomáticas entre el pais nión y Bélgica... La oferta no puede ser más completa y variada, y garantiza la diversión para todas las edades y todos los gustos. Muy recomendable.

  • SALZBURGO (AUSTRIA)

    Quizás el mercado navideño de la vecina Viena, más grande y famoso, pueda hacerle sombra, pero nosotros preferimos el recogido encanto de Salzburgo, con mercadillos repartidos por el centro de la ciudad (el más antiguo data de 1491), y también por los alrededores de la misma, enmarcados desde una montaña nevada a pequeños pueblecitos donde el Adviento y la Navidad se convierten en un auténtico festival: conciertos, pasacalles, talleres... La excusa perfecta para visitar la pequeña ciudad que además atesora gran parte de la historia del que muchos consideran el mejor compositor de todos los tiempos: Wolfgang Amadeus Mozart.

    Para descubrir todas las ciudades con mercados navideños, puedes pinchar AQUÍ.

  • Llega la Navidad y todas las ciudades se ponen de tiros largos con luces y guirnaldas, una tradición anterior a la sociedad de consumo (aunque los grinch se empeñen en lo contrario), que en algunos casos sirve para poner de relieve la ya de por si belleza de esos lugares. Si aún no tienes plan para el puente, te proponemos algunos destinos europeos en los que disfrutar del preludio de las fiestas navideñas y vivir la ciudad en su máximo esplendor.

    NUREMBERG/ ROTHENBURG (ALEMANIA)

    El mercado navideño de Christkindlesmarkt, ubicado en el corazón del casco antiguo de la ciudad, data del siglo XVII. Desde entonces, Nuremberg se atrezza con luces, música y puestos de artesanía y gastronomía local, donde podrás disfrutar de las salchichas Bratswurt locales, con una receta de más de 700 años de antigüedad, y del clásico vino caliente especiado que resucita a un muerto y es el mejor aliado para combatir las bajas temperaturas.

    Apenas a una hora de allí, se encuentra Rothenburg, una de las ciudades más románticas y paseables de Alemania y escapada obligada desde Nuremberg para disfrutar del Reiterlesmarkt, un mercado navideño más íntimo enmarcado en un casco viejo amurallado y colorista, en el que no debes renunciar a la sobredosis de glucosa de los schneeball (bola de nieve), un dulce típico recubierto de chocolate o azúcar en polvo. Si vas con niños o llevas uno dentro, no dejes de visitar el Puppen & Spielzeug Museum y la tienda Käthe Wohlfahrt, donde podrás darte un auténtico atracón de Navidad en cualquier momento del año.

  • COPENHAGEN (DINAMARCA)

    Porque la Navidad no es sólo oropel y lujerío, somos muy fans del mercadillo de Christiania, el barrio-estado-independiente más alternativo de la Vieja Europa. Cientos de puestos que venden artesanía y antigüedades en una disposición que recuerda más a un bazar oriental que a un mercado navideño. No obstante si te va más lo clásico, la ciudad te ofrece también otras alternativas: Los jardines de uno de los parques de atracciones más antiguos del mundo se tematizan para la ocasión: luces, casetas de madera, abetos nevados, el trineo y hasta el mismísimo Santa Claus en el Tívoli. Cerca de allí, otro mercado que recibe el nombre del cuentista más famoso de Dinamarca: Hans Christian Andersen. Su principal atracción es un enorme carrusel antiguo que hace las delicias de pequeños y mayores.

    El puerto de Nyhavn, el Castillo de Kronborg, el Meatpacking District (con una propuesta más orientada a la gastronomía), la Real Escuela de Bellas Artes y el propio casco antiguo son los otros emplazamientos que se dejan inundar por el espíritu navideño convirtiendo la ciudad en una auténtica fiesta.

  • ZURICH (SUIZA)

    La racionalísima y financiera ciudad suiza se transforma en los prolegómenos de la Navidad y se llena de pequeños mercados que ocupan hasta el último rincón de Zurich: desde la Estación Central, que alberga el más grande con más de 160 casetas debidamente decoradas, pasando por la Ópera hasta el más antiguo y tradicional en el corazón de la ciudad. Visita obligada es el árbol instalado en la Werdmuhleplatz, más conocido como el Singing Christmas Tree, alrededor del cual nunca falta un coro cantando villancicos y canciones populares. Y por supuesto, recomendamos también dulces y vino caliente a raudales para sobrellevar las gélidas temperaturas con la mayor alegría posible.

    TALLINN (ESTONIA)

    Tallinn es todo el año una ciudad de cuento, pero las luces y la decoración pre-navideña consiguen sublimar su encanto: Un mercado tradicional en el que la nieve no es de atrezzo y en el que la oferta gastronómica va en consonancia a las temperaturas casi polares: morcilla, sauerkraut (chucrut), pato asado y pescados encurtidos a la nórdica (no podía faltar el clásico arenque). Calorías en vena regadas con vino especiado.

    Numerosas actividades culturales, principalmente música y danza, y hasta una "embajada" de Santa Claus para que los niños puedan leer poemas y pedir sus regalos en línea directa con Laponia completan la oferta.

  • Le llaman "La ciudad de la Navidad" y no en vano el origen de su mercadillo se remonta a 1570: El Christkindelsmärik de Estrasburgo no es sólo uno de los mercados navideños más antiguos de Europa, sino también uno de los más grandes y bellos. Además de encontrar abetos gigantes, decoración y aretsanía, gastronómicamente ofrece joyas alsacianas como las bredelas (galletas) o el bûche de Noël (tronco de Navidad). Su epicentro es un abeto de 31 metros de altura, pero el espíritu de la navidad se extiende por calles y plazas desde Broglie a la Place Gutenberg, pasando por la catedral, el Palais Rohan o incluso un OFF Market en la Place Grimmeissen.

    A menos de una hora, encontramos otro paraíso navideño alsaciano, esta vez en la pequeña y singular ciudad de Colmar: Allí, integran perfectamente la decoración estacional con los múltiples encantos de su casco viejo, persé peaotonal, convirtiendo sus calles, plazas y callejones en un auténtico escenario de cuento de hadas inundado por el espíritu de la navidad. Recomendamos totalmente el doblete.

  • PRAGA (ESLOVAQUIA)

    Otra de nuestras ciudades europeas favoritas se viste de gala cuando el final del año se acerca: La capital eslovaca aparece en todas las listas de mejores mercados de Navidad de Europa gracias a sus amplísima oferta: En la Plaza de la Ciudad Vieja, cuyo árbol es el que cuenta con más bombillas de todo el país. El de Havel que data de 1232 convirtiéndole en uno de los más antiguos (si no el más) del mundo. El de la Plaza Wenceslao con una oferta gastronómica de especialidades checas e infinidad de tipos de cerveza, y el de la Plaza de la República más centrado en artesanía son algunos de los principales highlights de la ciudad en diciembre.

    BRUSELAS (BÉLGICA)

    Desde finales de noviembre hasta el día 1 de enero, las calles de Bruselas son una auténtica fiesta: se celebra el Winter Wonders, un auténtico festival de la Navidad que incluye un mercadillo con más de 200 casetas, una zona de feria con atracciones, una pista de hielo, un show audiovisual alrededor de un gran abeto, conciertos, visitas guiadas, mapping de inspiración japonesa sobre la catedral que conmemora los 150 años de relaciones diplomáticas entre el pais nión y Bélgica... La oferta no puede ser más completa y variada, y garantiza la diversión para todas las edades y todos los gustos. Muy recomendable.

  • SALZBURGO (AUSTRIA)

    Quizás el mercado navideño de la vecina Viena, más grande y famoso, pueda hacerle sombra, pero nosotros preferimos el recogido encanto de Salzburgo, con mercadillos repartidos por el centro de la ciudad (el más antiguo data de 1491), y también por los alrededores de la misma, enmarcados desde una montaña nevada a pequeños pueblecitos donde el Adviento y la Navidad se convierten en un auténtico festival: conciertos, pasacalles, talleres... La excusa perfecta para visitar la pequeña ciudad que además atesora gran parte de la historia del que muchos consideran el mejor compositor de todos los tiempos: Wolfgang Amadeus Mozart.

    Para descubrir todas las ciudades con mercados navideños, puedes pinchar AQUÍ.

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