La unión de las Kardashian con la moda parece que va para largo.
Si Kim es ya todo un icono del ¿estilo? junto a su marido Kanye West, cuyos pasitos y colaboraciones en el fashion world van desde el horror a la admiración (hay que reconocer que aunque empezó flojito, el chico, cuando se pone, no lo hace mal) son ahora las pequeñas de la casa las que se lanzan al hilo y la aguja (evidentemente, de manera metafórica).
Kendall y Kyle Jenner se juntan para diseñar, por segunda vez, una colección para estas Navidades de Top Shop.
Teniendo en cuenta el armario que tienen estas dos niñas y que Kendall ya es una constante en los grandes desfiles, pese al bullying que dice sufrir del resto de sus compañeras de pasarela, no es de extrañar que la colección esté bastante bien.
Las reminiscencias a Alexander Wang, ya sea en su ex-lversión Balenciaga o en la suya propia, son muy evidentes, pero a quién le importa si el resultado mola.