"Pocas veces se había visto un silencio tan implacable, una noche tan vacía.
Estábamos en un barco cuando llegaron las noticias, lentamente. Comenzaron a encenderse los teléfonos, todos los ojos se inclinaron con vértigo hacia el fondo de las pantallas.
Se recomienda no salir. Hay terroristas en las calles. ¿Qué coño significa?. Bromas que denotan el nerviosismo de una escena sin referente. Pulmones a pleno rendimiento, aspirando con violencia la nicotina infinita. Dos, tres, ocho, treinta cigarros.
Se ocupan todos los enchufes. La escasez tiene un nuevo nombre desde donde irrumpe lo real del espanto. "Can I charge my phone in your laptop?" - "No sorry, we could need the battery". Se asustaron hasta las ratas. Creo que todos nos sentimos más solos que nunca. Un plan común convertido casi en estrategia militar: cómo volver a casa.
Ya de madrugada, caminando por unas calles vestidas con la austeridad del luto, el Sena lucía más sobrio que nunca, inmóvil, sin más reflejos que las luces de edificios y farolas. Pero había un nuevo destello en su agua sucia, un azul oscuro de sirena. Y más silencio.
Por la mañana, el titular que rompe el mutismo de una ciudad en duelo. Y en la calle, un tremendo paisaje de miradas tristes".
(Laura Suárez se encontraba en Paris la noche del 13 de Noviembre cubriendo Paris Photo para BRUNCH MAGAZINE).