"FUNCKING FABULOUS" es el nombre que le ha dado TOM FORD a su nueva fragancia y que sirvió de invitación para la presentación de su colección para el VERANO 2018. Desde su inicio, TOM FORD ha estado jugando con distintos tipos de presentaciones, desde aquella donde estaba prohibido hacer fotos para impedir que salieran imágenes antes de que la colección estuviera en las tiendas, un video con LADY GAGA o incluso lo intentó con el SEE NOW-BUY NOW, con no muy buen resultado. Pero cuando tienes un negocio valorado en 2 billones de dólares, puedes darte un traspié sin inmutarte. Lo cierto es que FORD echaba de menos aquellos años en GUCCI de grandes desfiles y desfasadas after-partys (él mismo declara que le costó un tiempo volver a ser divertido y gracioso una vez que dejó las drogas y el alcohol) y eso mismo quiso traer a NUEVA YORK. La decisión tampoco es fruto de un capricho: TOM FORD quiere dar un empuje a su colección de mujer y llegar a un nuevo público. ¿Sus armas? Las que domina perfectamente: el sexo, el deseo y el lujo. Una colección con muchas reminiscencias a su época en la firma italiana y con muchas de las claves que la catapultaron pero, al fin y al cabo, ése es el sello TOM FORD. Especial atención a los trajes de chaqueta (su sastrería masculina es muy demandada por las mujeres) y la reducción de los pantalones a su mínima expresión. De nuevo mujeres que parecen decir las sílabas SE-XO con cada respiración.

José Ramón Rocabert.