Te guste o no te guste, nadie puede negar que en este momento, más aún con ausencias como la de CARLOS DIEZ, las colecciones de MARIA KE FISHERMAN no tienen nada que ver con sus compañeros de FASHION WEEK MADRILEÑA. Algo que nos debe hacer pensar a nosotros, pero más aún a la organización de la MBFWM, la posible necesidad de incluir otro tipo de firmas en el calendario que demuestren mucho más la variedad de propuestas que puede dar el mundo de la moda. Sin desvalorizar a ninguna de las firmas presentes, es como si en la pasarela madrileña no tuvieran cabida firmas del estilo de RICK OWENS, WALTER VAN BIERENDOCK o V FILES. Pero bueno, por suerte contamos con esta pareja y con sus propuestas radicales y experimentales. Un tema tan crudo como los el radicalismo de los bakalas de los 90 o incluso el nacionalismos, es pasado por el filtro de los diseñadores para dar una visión completamente nueva y poder disfrutar de los formal, olvidando el fondo. Un imaginario, que en realidad, ha estado presente siempre en nosotros. Los plumas se vuelven las estrellas de al colección, apareciendo de distintas formas y con cortes que buscan crear nuevos volúmenes. Se adentran en el mundo de la lana con vestidos y chándales de punto. Pero dentro de todo esto, hay también una sorpresa oculta: su colección cápsula para la firma de neumáticos BRIDGESTONE (algo que viene muy a huevo con la inspiración de los bakalas). De esta manera, el rojo, amarillo y blanco se vuelven los colores principales de su propuesta. Los minivestidos y las prendas con reminiscencias del mundo de la corsetería conviven a la fuerza con grandes cinturones o prendas de abrigo superpuestas. Chicas de barrio futuristas.

José Ramón Rocabert.