Muchas veces, cuando la fórmula es buena ¿por qué cambiarla? LONDRES siempre ha sido la meca de la modernidad, de las tribus urbanas, del eclecticismo, de lo arriesgado... algo que parecía haber perdido durante unos años, haciendo que NUEVA YORK cogiera puestos como la tercera capital de la moda (MILAN y PARIS serán siempre las primeras). Pero el surgimiento de nuevas firmas con el ADN de la capital inglesa están haciendo que LONDRES vuelva a recuperar un sitio que nunca debería haber perdido. Una de esas firmas es CHARLES JEFFREY aka LOVERBOY que se ha dejado clasicismos mal entendidos y directamente ha llevado la escena club queer y lo club kids a la pasarela. En sus colecciones no hay hombres ni mujeres, hay personas que demuestran su individualidad a través de sus creaciones. La modificación corporal ha sido una de las claves de su colección para el VERANO 2019. Por un lado, como homenaje al colectivo transexual, pero también como medio creativo de posibilidades infinitas en un mundo donde parece estar todo inventado. Prótesis faciales, protuberancias, volúmenes experimentales, complementos como extensiones del cuerpo humano, plataformas. Looks que pueden parecer en un primer momento impensables para el día a día en un primer momento, pero CHARLES JEFFREY es un chico listo. Si miramos más allá podemos encontrar divertidos jerséis, abrigos estampados, vestidos camiseros, sensuales blusas y sus reconocibles faldas en patchwork de tartanes. Una demostración de que, con inteligencia, se pueden aunar la creatividad más extrema con el negocio.