"...la comida, bien hecha y presentada, es la mejor decoración posible para una mesa. No podrían faltar los huevos benedictinos o cualquier cosa que entre en la categoría de "desayuno de hotel": revuelto, tostadas, pan con tomate, queso (mucho y de todo tipo) café y zumos de todos tipo, desde el típico de naranja hasta los que hacen ahora, que lo mismo llevan manzana que col rizada. Pero volviendo a la mesa, me gustaría que la pusiera mi amiga ISABEL, que debería dedicarse a ello".