Foto Aqua Expeditions.

Os puedo asegurar que cuando se hizo el reparto del "espíritu todoterreno" al más puro estilo Cocodrilo Dundee, llegué de las últimas. Para que negarlo, lo de dormir en una carpa en medio de la naturaleza tiene su magia, no lo dudo, pero yo es que no me encuentro. Por eso, cuando descubrí el Aqua Expetition, cruceros de tres pisos que recorren el Amazonas sin tener que renunciar a una cama en condiciones, no dude en ponerlo en mi Bucket List. Te lo contaré mejor porque me he quedado muy corta con lo de una cama en condiciones.

La aventura comienza en el puerto de Iquitos en Perú. Por fuera ya puedes intuir que no se trata de cualquier barco. Construido por el arquitecto Jordi Puig para Aqua Expeditions, el crucero cuenta con 16 suites, capacidad para 32 huéspedes y una tripulación de 24 personas, así se aseguran de que sus pasajeros estén cuidadosamente mimados. Por dentro su decoración es sobria, en tonos neutros, suelos de madera natural pulida e iluminación suave

Foto Aqua Expeditions.

Despertar en una cama king-size con sabanas de hilo de puro algodón y que lo que tengas frente a tus ojos sea una vista panorámica del Amazonas moviéndose suavemente es total y completamente priceless. Te levantas y te das una relajante ducha efecto lluvia, con la conciencia tranquila, pues todos los productos de tocador son orgánicos.

Al mando de la cocina, una joven promesa culinaria, el chef Pedro Miguel Schiaffino. Pedro crea delicias regionales como: vieiras con almendras y frutas silvestres, soufflé de corazones de palma o ñoquis de plátano y yuca, entre otras. Si aun así el menú no te convence, aunque a mí estos platos ya me han comprado, la compañía asegura que su personal de cocina se esmera en conocer tus preferencias culinarias... esto es mucho más que comer a la carta ¿no?, todo un lujazo.

La parte "dura" del viaje son las expediciones, aquí es cuando te enfundas en tu ropa de camuflaje, protector solar a tope, sombrero a lo Indiana Jones y te embarcas con los guías ambientalistas, en lanchas de aluminio motorizadas, para acceder a las zonas más escondidas del Amazonas. Imprescindibles unos binoculares para no perderte ni un solo mono titi, ave prehistórica, caimán o tortuga que se cruce en tu camino.

Luego toca descansar (y a saber de qué, pero me apunto) y para ello el crucero dispone de una sala de estar interior con ventanas de piso a techo, patatas fritas caseras de plátano y los mejores vinos de américa del sur. Contemplas así el paisaje cambiante en confortables sofás y puedes aprovechar, si quieres, para conocer a otros pasajeros y descubrir un trocito de sus vidas. También cuentan con un jacuzzi al aire libre, que resulta perfecto para la observación de delfines rosados mientras te tomas un pisco punch junto a tu Tarzán o Jane.

Foto Aqua Expeditions.

Las rutas pueden ser de 3, 4 o 7 noches y siendo el Amazonas, cualquier temporada que elijas tendrá días con lluvia y sol pero aún así, en ningún momento, te perderás su espectacular fauna y sus maravillosas plantas, así que se presenta como un opción perfecta si eres de los que les gusta huir durante las Navidades.

Es cierto que el precio no es el mismo que el de un crucero abarrotado por el mediterráneo, pero yo ya he encontrado la excusa perfecta para romper mi cerdito (...o dos) y si a ti te pasa lo mismo, puedes reservar tu viaje aquí.


Laura Canosa.