El afán por resignificar los objetos y sacarlos del terreno de la mera funcionalidad fue una de las principales hazañas de las vanguardias artísticas. Esta "pillería" de los surrealistas, inspirada por la imagen de la máquina de coser haciendo manitas con un paraguas sobre una mesa de disección inventada por el misterioso Conde de Lautréamont a finales del XIX, resultó sumamente excitante para la moda y el diseño del siglo siguiente: una y otro pronto incorporaron a sus propuestas la travesura de sacar a las cosas fuera de quicio.
Uno de los últimos en llevar a cabo este divertido y sorprendente juego de cambio de piel ha sido el estudio italiano Mathery Studio, formado por Erika Zorzi y Matteo Sangalli. Con su serie fotográfica "Together", los diseñadores han querido dar una vuelta de tuerca a objetos y accesorios de la vida cotidiana sacando a la palestra su lado más absurdo y contradictorio.