El Sunday Times lo declaró como el mejor fotoperiodista del mundo, y la exposición que la Maison Européenne de Photographie de París (MEP) consagra a Sebastião Salgado no lo desmiente.
El fotógrafo brasileño regala al espectador más de 250 fotografías en blanco y negro en las que se retratan miradas, cuerpos y paisajes que han sabido escurrirse de las garras del mundo contemporáneo.
"Génesis", título de la muestra, es una oda sin condiciones a la naturaleza: a lo intemporal de las tribus de Nueva Zelanda o de África, a la belleza bruta del gesto animal, a la inmensidad de los glaciares. Vistas panorámicas que quitan la respiración y que emocionan por su honestidad y su esplendor. Las imágenes tomadas en localizaciones que van desde el Cañón del Colorado hasta los bosques amazónicos, pasando por los desiertos de Argelia o Bostwana, realzan el poder orgulloso de lo natural y desafían a nuestra sensibilidad moderna, quizá demasiado anestesiada por los avances de la tecnología.
La editorial Taschen no ha querido que tal magno proyecto quede reducido a una exposición temporal (que antes de París hizo parada en Londres y en Sao Paulo) y ha publicado un libro colosal, en gran formato y de edición limitada, con las mejores instantáneas del fotógrafo brasileño.
Un trabajo que, según Salgado, puede leerse como una carta de amor al planeta, y que, como tal, es capaz de decir, con imágenes, lo más bello y primitivo de nuestra relación con los orígenes del mundo.