Brunch Magazine | Una revista de moda para gente que no lee revistas de moda

SALLY HEWETT: oda textil al cuerpo imperfecto

  • La fragmentación del cuerpo fue uno de los temas predilectos de las vanguardias de principios del siglo XX. Dadaístas y surrealistas, bajo el influjo de la siempre jugosa teoría psicoanalítica de Freud, hicieron estallar la anatomía en pedazos e hicieron de sus miembros aislados un motivo recurrente de reflexión teórica y de fetichismo artístico.

    Aunque a muchos les pueda resultar más siniestra que erótico-festiva la imagen de un miembro corporal mutilado, lo cierto es que la lógica de "la parte por el todo" ha seguido siendo una de las claves más habituales de las fantasías humanas representadas por artistas de toda índole.

    Una de las últimas en sumarse a este "gusto por el fragmento" es la británica Sally Hewett, artista textil responsable de una impresionante producción de pechos, nalgas, barrigas, vulvas, bocas, lenguas y pezones realizados a base de bordados y trenzados de hilo.

  • Sobre superficies circulares que funcionan a modo de esculturas en 3D, Sally Hewett trabaja sus formas orgánicas generando un efecto visual que se debate lo poético y lo repulsivo. Y no es casual esa ambigüedad, porque la propia artista afirma centrar su trabajo en torno al cuestionamiento de la idea de belleza y de fealdad que domina nuestras convenciones.

    A partir de tejidos de nylon, lycras, plásticos o abalorios, entre otros materiales, la inglesa construye sus piezas con un realismo pasmoso: vemos pelos, lunares, granos, estrías o cicatrices recreadas con un nivel de detalle y perfección impresionantes. Entre desagrado y admiración, el ojo recorre el tejido de las obras como si de un mapa geográfico se tratara: volúmenes, relieves, agujeros o nudos dirigen el trayecto visual de una mirada que asiste a lo que bien pudiera definirse como un homenaje contemporáneo a los cuerpos diversos.

  • Porque la obra de Sally Hewett es también un alegato feminista que celebra la imperfección y la diferencia, lo joven y lo viejo, lo natural y el artificio de aquello que, siendo distinto en cada uno, nos hace más iguales: el cuerpo y el amasijo de sensaciones que lo acompañan.

    Así, entre la delgada línea que separa al arte de la artesanía, las esculturas textiles de Hewett logran desobjetivar el cuerpo y sacar a la luz el contenido cultural de la percepción humana. Porque sus piezas, cuando las vemos de frente, son capaces de devolvernos la mirada y recordarnos todo el potencial subversivo y evocador de una anatomía, la nuestra, que produce sentido a base de retazos.

    Laura Suárez.

  • La fragmentación del cuerpo fue uno de los temas predilectos de las vanguardias de principios del siglo XX. Dadaístas y surrealistas, bajo el influjo de la siempre jugosa teoría psicoanalítica de Freud, hicieron estallar la anatomía en pedazos e hicieron de sus miembros aislados un motivo recurrente de reflexión teórica y de fetichismo artístico.

    Aunque a muchos les pueda resultar más siniestra que erótico-festiva la imagen de un miembro corporal mutilado, lo cierto es que la lógica de "la parte por el todo" ha seguido siendo una de las claves más habituales de las fantasías humanas representadas por artistas de toda índole.

    Una de las últimas en sumarse a este "gusto por el fragmento" es la británica Sally Hewett, artista textil responsable de una impresionante producción de pechos, nalgas, barrigas, vulvas, bocas, lenguas y pezones realizados a base de bordados y trenzados de hilo.

  • Sobre superficies circulares que funcionan a modo de esculturas en 3D, Sally Hewett trabaja sus formas orgánicas generando un efecto visual que se debate lo poético y lo repulsivo. Y no es casual esa ambigüedad, porque la propia artista afirma centrar su trabajo en torno al cuestionamiento de la idea de belleza y de fealdad que domina nuestras convenciones.

    A partir de tejidos de nylon, lycras, plásticos o abalorios, entre otros materiales, la inglesa construye sus piezas con un realismo pasmoso: vemos pelos, lunares, granos, estrías o cicatrices recreadas con un nivel de detalle y perfección impresionantes. Entre desagrado y admiración, el ojo recorre el tejido de las obras como si de un mapa geográfico se tratara: volúmenes, relieves, agujeros o nudos dirigen el trayecto visual de una mirada que asiste a lo que bien pudiera definirse como un homenaje contemporáneo a los cuerpos diversos.

  • Porque la obra de Sally Hewett es también un alegato feminista que celebra la imperfección y la diferencia, lo joven y lo viejo, lo natural y el artificio de aquello que, siendo distinto en cada uno, nos hace más iguales: el cuerpo y el amasijo de sensaciones que lo acompañan.

    Así, entre la delgada línea que separa al arte de la artesanía, las esculturas textiles de Hewett logran desobjetivar el cuerpo y sacar a la luz el contenido cultural de la percepción humana. Porque sus piezas, cuando las vemos de frente, son capaces de devolvernos la mirada y recordarnos todo el potencial subversivo y evocador de una anatomía, la nuestra, que produce sentido a base de retazos.

    Laura Suárez.

ENTRADAS ANTERIORES
Cargando...
Brunch Magazine es una marca registrada de Vicious Media © Todos los derechos reservados. I Love Vicious SL / info@brunchmag.comDesign by Pixel and Pixel

SUBSCRÍBETE A NUESTRA

NEWSLETTER

notificacion