Brunch Magazine | Una revista de moda para gente que no lee revistas de moda

RYAN McGINLEY, SOPHIE CALLE y TALES DE MILETO

  • Ryan McGinley

    Decía el sabio griego Tales de Mileto (sí, el que nos presentaron en el colegio en una clase de geometría que nunca entendimos): "todo está lleno de dioses". Cada cual puede entender la frase como le plazca, pero yo creo que este señor tan listo quería decir que la vida está llena de energías y de fuerzas que nos determinan sin que tengamos la más mínima idea de su influencia. Los maestros de cierta tendencia new-age postmoderna utilizan este argumento para hablar de la ley de la atracción entre las personas, y los terapeutas más progres, aquellos que miran con cariño a los misterios del cosmos, se sirven de la idea para persuadirnos de que las cosas que nos pasan nos pasan precisamente porque hay un acople o un desacople de las energías de nuestro yo más profundo y secreto con las energías del medioambiente. Que cada uno elija su manera de entender las señales...

    El caso es que estaba yo pensando en estas cosas banales el otro día cuando decidí acercarme a la expo que la galería Perrotin consagra a dos de sus nombres estrella: el fotógrafo Ryan McGinley y la artista pluridisciplinar Sophie Calle. Entro en la primera sala y me choco con una amiga que hacía algo MÁS DE UN AÑO que no veía. Ella me mira con cara de susto y me dice: "Te acabo de llamar hace 20 minutos desde un teléfono extranjero". Lo cierto es que yo no cogí esa llamada por venir de un número desconocido. Para echar más carnaza a los guiños enviados por el universo, comentar que esta amiga está obsesionada con las coincidencias. Las analiza con una ambición empírica increíble, rebajada con ciertas dosis de numerología y de astrología. Os imagináis que, sin quererlo (¿o sí?...), le dí nuevo material para su investigación.

  • Ambas imágenes son de Ryan McGinley

    La verdad es que fue una jodida casualidad encontrarme con la frase de Tales de Mileto, improvisar la visita a la expo y toparme de bruces con esta amiga a la que le había perdido la pista, todo en la misma tarde. Y eso no era todo...

    Volviendo a la expo que visité después de tan inesperada situación. McGinley, conocido por sus imágenes de jóvenes desnudos, encarna el perfil del joven artista que decide no esperar a que un cazatalentos descubra su trabajo. A los 22 años envió un libro autoeditado con sus imágenes a un conjunto de personas del mundo del arte y, tres años después, se convertía en el artista más joven jamás expuesto en el Museo Whitney de Nueva York.

    Las series de McGinley respiran un erotismo intemporal alejado de todo componente pornográfico y una luz cálida que otorga un aura casi maravillosa a sus personajes. Él mismo describe su trabajo como una mezcla de fotografía de desnudo, deporte y paisaje. "Imagina un modelo salido de la revista Playboy jugando al baloncesto en un paisaje de la Patagonia", declaraba recientemente en una entrevista. Voilà.
    Lo cierto es que la expo de la Perrotin, titulada Body Loud (visible hasta el 11 de enero de 2014), continúa con la narrativa estética habitual de las imágenes de Ryan. Chicos y chicas con cuerpos impecables y que difícilmente superan los 25 años aparecen celebrando la libertad que regala la naturaleza. Una naturaleza llena de vida, palpitante, que parece rendir homenaje a la frase de nuestro filósofo griego. Son imágenes llenas de sensualidad y de inocencia, aunque quizá un poco más forzadas que en anteriores ocasiones. Todas ellas fueron tomadas el pasado verano y denotan que, además del trabajo fotográfico, Ryan y sus amigos debieron pasárselo la mar de bien preparando la puesta en escena.


  • Sophie Calle

    La segunda parte de la muestra está dedicada a Sophie Calle, posiblemente una de las artistas francesas contemporáneas más valoradas en tierras galas y extranjeras. Para quien no la conozca, Sophie desarrolla una obra conceptual basada en su propia vida y en las experiencias íntimas de personas que se va topando por el camino. Fue muy conocido a principios de los años 80 su trabajo "Les dormeurs" (Los dormilones): la artista fotografió y relató el encuentro con varias personas invitadas a dormir en su cama durante una noche. Un preámbulo de la conocida cama caliente, pero más fino y estimado por venir de una artista.

    Distintos formatos han servido durante más de 30 años a Sophie Calle para representar un universo basado en la ausencia, la pérdida o el recuerdo, siempre con un toque provocador y de desafío a las conciencias. En esta ocasión presenta un proyecto titulado "Dérobés" (que en francés significa oculto, disimulado o robado). Tres series de imágenes y de textos basadas en una idea: qué impresión dejan los cuadros robados, quemados o desaparecidos de los museos en las mentes de las personas familiarizadas con ellos, conservadores, personal de limpieza, guardianes de sala o visitantes habituales. Obras de Tiziano, Lucian Freud, Turner o Picasso expuestas durante años en museos como la Tate Gallery de Londres o la galería Richard Gray de Chicago y de las que nadie conoce su paradero actual, han dejado una huella imborrable en las memorias de las individuos.

  • Sophie Calle

    Impresionan y emocionan las descripciones y la relación casi íntima que las personas entrevistadas mantenían con los paisajes o los rostros presentes en las obras desaparecidas. En definitiva, es una expo fantástica.

    Me voy de la expo pensando en los poderes de la memoria y en la energía casi divina de ciertas imágenes y recibo el mensaje de otra amiga que, hace un par días, me decía que necesitaba de forma urgente una cita sexual con un viejo conocido: "D está en París por una noche. Le veo en una hora. ¿No es una respuesta del cielo?", me dice.
    "¡Dios mío -me digo yo- cuánto necesitamos a los dioses de Mileto!".

    Ryan McGinley

  • Ryan McGinley

    Decía el sabio griego Tales de Mileto (sí, el que nos presentaron en el colegio en una clase de geometría que nunca entendimos): "todo está lleno de dioses". Cada cual puede entender la frase como le plazca, pero yo creo que este señor tan listo quería decir que la vida está llena de energías y de fuerzas que nos determinan sin que tengamos la más mínima idea de su influencia. Los maestros de cierta tendencia new-age postmoderna utilizan este argumento para hablar de la ley de la atracción entre las personas, y los terapeutas más progres, aquellos que miran con cariño a los misterios del cosmos, se sirven de la idea para persuadirnos de que las cosas que nos pasan nos pasan precisamente porque hay un acople o un desacople de las energías de nuestro yo más profundo y secreto con las energías del medioambiente. Que cada uno elija su manera de entender las señales...

    El caso es que estaba yo pensando en estas cosas banales el otro día cuando decidí acercarme a la expo que la galería Perrotin consagra a dos de sus nombres estrella: el fotógrafo Ryan McGinley y la artista pluridisciplinar Sophie Calle. Entro en la primera sala y me choco con una amiga que hacía algo MÁS DE UN AÑO que no veía. Ella me mira con cara de susto y me dice: "Te acabo de llamar hace 20 minutos desde un teléfono extranjero". Lo cierto es que yo no cogí esa llamada por venir de un número desconocido. Para echar más carnaza a los guiños enviados por el universo, comentar que esta amiga está obsesionada con las coincidencias. Las analiza con una ambición empírica increíble, rebajada con ciertas dosis de numerología y de astrología. Os imagináis que, sin quererlo (¿o sí?...), le dí nuevo material para su investigación.

  • Ambas imágenes son de Ryan McGinley

    La verdad es que fue una jodida casualidad encontrarme con la frase de Tales de Mileto, improvisar la visita a la expo y toparme de bruces con esta amiga a la que le había perdido la pista, todo en la misma tarde. Y eso no era todo...

    Volviendo a la expo que visité después de tan inesperada situación. McGinley, conocido por sus imágenes de jóvenes desnudos, encarna el perfil del joven artista que decide no esperar a que un cazatalentos descubra su trabajo. A los 22 años envió un libro autoeditado con sus imágenes a un conjunto de personas del mundo del arte y, tres años después, se convertía en el artista más joven jamás expuesto en el Museo Whitney de Nueva York.

    Las series de McGinley respiran un erotismo intemporal alejado de todo componente pornográfico y una luz cálida que otorga un aura casi maravillosa a sus personajes. Él mismo describe su trabajo como una mezcla de fotografía de desnudo, deporte y paisaje. "Imagina un modelo salido de la revista Playboy jugando al baloncesto en un paisaje de la Patagonia", declaraba recientemente en una entrevista. Voilà.
    Lo cierto es que la expo de la Perrotin, titulada Body Loud (visible hasta el 11 de enero de 2014), continúa con la narrativa estética habitual de las imágenes de Ryan. Chicos y chicas con cuerpos impecables y que difícilmente superan los 25 años aparecen celebrando la libertad que regala la naturaleza. Una naturaleza llena de vida, palpitante, que parece rendir homenaje a la frase de nuestro filósofo griego. Son imágenes llenas de sensualidad y de inocencia, aunque quizá un poco más forzadas que en anteriores ocasiones. Todas ellas fueron tomadas el pasado verano y denotan que, además del trabajo fotográfico, Ryan y sus amigos debieron pasárselo la mar de bien preparando la puesta en escena.


  • Sophie Calle

    La segunda parte de la muestra está dedicada a Sophie Calle, posiblemente una de las artistas francesas contemporáneas más valoradas en tierras galas y extranjeras. Para quien no la conozca, Sophie desarrolla una obra conceptual basada en su propia vida y en las experiencias íntimas de personas que se va topando por el camino. Fue muy conocido a principios de los años 80 su trabajo "Les dormeurs" (Los dormilones): la artista fotografió y relató el encuentro con varias personas invitadas a dormir en su cama durante una noche. Un preámbulo de la conocida cama caliente, pero más fino y estimado por venir de una artista.

    Distintos formatos han servido durante más de 30 años a Sophie Calle para representar un universo basado en la ausencia, la pérdida o el recuerdo, siempre con un toque provocador y de desafío a las conciencias. En esta ocasión presenta un proyecto titulado "Dérobés" (que en francés significa oculto, disimulado o robado). Tres series de imágenes y de textos basadas en una idea: qué impresión dejan los cuadros robados, quemados o desaparecidos de los museos en las mentes de las personas familiarizadas con ellos, conservadores, personal de limpieza, guardianes de sala o visitantes habituales. Obras de Tiziano, Lucian Freud, Turner o Picasso expuestas durante años en museos como la Tate Gallery de Londres o la galería Richard Gray de Chicago y de las que nadie conoce su paradero actual, han dejado una huella imborrable en las memorias de las individuos.

  • Sophie Calle

    Impresionan y emocionan las descripciones y la relación casi íntima que las personas entrevistadas mantenían con los paisajes o los rostros presentes en las obras desaparecidas. En definitiva, es una expo fantástica.

    Me voy de la expo pensando en los poderes de la memoria y en la energía casi divina de ciertas imágenes y recibo el mensaje de otra amiga que, hace un par días, me decía que necesitaba de forma urgente una cita sexual con un viejo conocido: "D está en París por una noche. Le veo en una hora. ¿No es una respuesta del cielo?", me dice.
    "¡Dios mío -me digo yo- cuánto necesitamos a los dioses de Mileto!".

    Ryan McGinley

ENTRADAS ANTERIORES
Cargando...
Brunch Magazine es una marca registrada de Vicious Media © Todos los derechos reservados. I Love Vicious SL / info@brunchmag.comDesign by Pixel and Pixel

SUBSCRÍBETE A NUESTRA

NEWSLETTER

notificacion