REENTRÉ PATAS ARRIBA

Parece que el arranque del año es una especie de limbo en el que entre la resaca de las fiestas navideñas y las vacaciones invernales que muchos aprovechan para disfrutar, no suele pasar nada digno de mención. Nosotros mismos decidimos embarcarnos en un "retiro espiritual" de unos días para planificar el nuevo curso, pensando que mientras la humanidad intenta reponerse de los excesos con dietas detox draconianas mientras observan lánguidamente el árbol de Navidad que aún no han tenido fuerzas de desmontar, las grandes noticias brillarían por su ausencia...

Pero no. Hoy hemos vuelto y nos toca entonar el mea culpa: hemos subestimado a la raza humana en general y a la sub-especie de la moda en particular, por que el 2016 ha comenzado por todo lo alto, con fuegos artificiales de todos los colores y bien de mascletá. PATAS ARRIBA.

Hoy iniciamos nuestra reentré y debemos confesar que un poco abrumados con tanto que ha pasado y culpables de no haber podido contaroslo, pero como en el pecado está la penitencia y por todo lo que os habéis perdido mientras estabais huérfanos de Brunch, os vamos a resumir los acontecimientos más relevantes del panorama más tendencioso en el recién estrenado año...
La víspera de la noche de Reyes Nicolas Ghesquiere se adelantaba a los Tres Magos con un regalo sin parangón para insiders, fans y fanáticos de la moda: el diseñador desvelaba desde su cuenta de Instagram la primera imagen de la campaña primavera-verano de Louis Vuitton, en la que el objetivo de Bruce Webber retrata a las modelos Sara Brannon, Rianne Von Rompaey y Jean Campbell, acompañabas por Jayden Smith (el archiconocido hijo adolescente del Príncipe de Bel-Air) con total look de top, biker y falda. Le habíamos visto con outfits similares en su instagram, pero jamás pensamos que su estilo #genderless iba a representar a una de las firmas con más tradición y solera de la moda parisina... Maravilla absoluta que aún estamos aplaudiendo, bravo.
Pero durante las vacaciones navideñas no todo han sido stand up ovations: también hubo algún que otro sobresalto, como los rumores (de los que los principales medios del sector se hicieron eco) sobre el posible abandono de Hedi Slimane al frente de la dirección creativa de Saint Laurent. Algunas publicaciones incluso se atrevían a confirmar su salida de la maison francesa alegando diferencias creativas, alterando significativamente con sus informaciones el frágil equilibro emocional del mundo de la moda, tocado tras dejar Alber Elbaz huérfana a Lanvin. Saint Laurent tardó pocas horas en desmentir rotundamente los rumores, que probablemente sólo hayan servido para despertar aún más expectación alrededor de la próxima colección masculina de Slimane para la firma, que se presentará en París el 24 de enero.
Y si lo de Vuitton con el hijo de Will Smith nos dejaba felizmente ojipláticos, lo de la campaña de Balmain nos acabó de descolgar la mandíbula: 25 años después de su último posado conjunto, tres de las tops más tops de los 90 y probablemente de la historia de la moda mundial demuestran que no han perdido ni pizca de poderío frente a la cámara de Steven Klein... Una valkiria, una faraona y la diosa de ébano: Claudia Schiffer, Cindy Crawford y Naomi Campbell exuberantes, excesivas como sólo ellas saben serlo y bellísimas a rabiar. Un posado histórico y posiblemente un sueño cumplido de Olivier Rousteig, quien probablemente jamás imaginó que esas mujeres a las que tanto admiraba de niño y que despertaron su amor por la moda acabarían luciendo extasiadas sus looks para Balmain.
Y como no todos los finales son felices, la vuelta al cole nos traía una noticia terriblemente triste: la muerte del que probablemente sea el artista más grande que hemos conocido. Nacimos y crecimos con su música (siempre un paso por delante del resto), nos cautivó siendo todavía unos niños con "Dentro del Laberinto" y se fue con la misma grandiosidad con la que siempre había vivido: Con un discazo que se presentó el día de su 69 cumpleaños acompañado de unas imágenes en las que posaba pletórico para su fotógrafo de cabecera Jimmy King, y con un videoclip ("Lazarus") en el que se despedía de este mundo para volver a la estrella desde la que una vez cayó a La Tierra.

Nos dejaba David Bowie y tras él la banda sonora de nuestra vida y un imaginario impagable porque The White Duke era más que un artista: era un hombre del Renacimiento contemporáneo, un visionario y un esteta que marcó tendencia siempre, camaleónico y brillante. Del mismo modo que hay un antes y un después de Bowie en el mundo de la música, también lo hay en el mundo de la moda: Quería que su música se viera como sonaba, y vaya si lo consiguió: desde el vestuario de Kansai Yamamoto que daba forma a Ziggy Stardust en la gira "Aladdin Sane" de 1973 hasta la levita hecha con la Union Jack quemada con cigarrillos que diseñó para él un joven Alexander McQueen en 1997, su estética ha sido un constante y mutante regalo que le valió incluso una retrospectiva en el V&A Museum, y que el pasado martes nos dejaba un poco huérfanos... Larga vida hombre de las estrellas, allá donde estés, y gracias por darnos tanto.

Parece que el arranque del año es una especie de limbo en el que entre la resaca de las fiestas navideñas y las vacaciones invernales que muchos aprovechan para disfrutar, no suele pasar nada digno de mención. Nosotros mismos decidimos embarcarnos en un "retiro espiritual" de unos días para planificar el nuevo curso, pensando que mientras la humanidad intenta reponerse de los excesos con dietas detox draconianas mientras observan lánguidamente el árbol de Navidad que aún no han tenido fuerzas de desmontar, las grandes noticias brillarían por su ausencia...

Pero no. Hoy hemos vuelto y nos toca entonar el mea culpa: hemos subestimado a la raza humana en general y a la sub-especie de la moda en particular, por que el 2016 ha comenzado por todo lo alto, con fuegos artificiales de todos los colores y bien de mascletá. PATAS ARRIBA.

Hoy iniciamos nuestra reentré y debemos confesar que un poco abrumados con tanto que ha pasado y culpables de no haber podido contaroslo, pero como en el pecado está la penitencia y por todo lo que os habéis perdido mientras estabais huérfanos de Brunch, os vamos a resumir los acontecimientos más relevantes del panorama más tendencioso en el recién estrenado año...
La víspera de la noche de Reyes Nicolas Ghesquiere se adelantaba a los Tres Magos con un regalo sin parangón para insiders, fans y fanáticos de la moda: el diseñador desvelaba desde su cuenta de Instagram la primera imagen de la campaña primavera-verano de Louis Vuitton, en la que el objetivo de Bruce Webber retrata a las modelos Sara Brannon, Rianne Von Rompaey y Jean Campbell, acompañabas por Jayden Smith (el archiconocido hijo adolescente del Príncipe de Bel-Air) con total look de top, biker y falda. Le habíamos visto con outfits similares en su instagram, pero jamás pensamos que su estilo #genderless iba a representar a una de las firmas con más tradición y solera de la moda parisina... Maravilla absoluta que aún estamos aplaudiendo, bravo.
Pero durante las vacaciones navideñas no todo han sido stand up ovations: también hubo algún que otro sobresalto, como los rumores (de los que los principales medios del sector se hicieron eco) sobre el posible abandono de Hedi Slimane al frente de la dirección creativa de Saint Laurent. Algunas publicaciones incluso se atrevían a confirmar su salida de la maison francesa alegando diferencias creativas, alterando significativamente con sus informaciones el frágil equilibro emocional del mundo de la moda, tocado tras dejar Alber Elbaz huérfana a Lanvin. Saint Laurent tardó pocas horas en desmentir rotundamente los rumores, que probablemente sólo hayan servido para despertar aún más expectación alrededor de la próxima colección masculina de Slimane para la firma, que se presentará en París el 24 de enero.
Y si lo de Vuitton con el hijo de Will Smith nos dejaba felizmente ojipláticos, lo de la campaña de Balmain nos acabó de descolgar la mandíbula: 25 años después de su último posado conjunto, tres de las tops más tops de los 90 y probablemente de la historia de la moda mundial demuestran que no han perdido ni pizca de poderío frente a la cámara de Steven Klein... Una valkiria, una faraona y la diosa de ébano: Claudia Schiffer, Cindy Crawford y Naomi Campbell exuberantes, excesivas como sólo ellas saben serlo y bellísimas a rabiar. Un posado histórico y posiblemente un sueño cumplido de Olivier Rousteig, quien probablemente jamás imaginó que esas mujeres a las que tanto admiraba de niño y que despertaron su amor por la moda acabarían luciendo extasiadas sus looks para Balmain.
Y como no todos los finales son felices, la vuelta al cole nos traía una noticia terriblemente triste: la muerte del que probablemente sea el artista más grande que hemos conocido. Nacimos y crecimos con su música (siempre un paso por delante del resto), nos cautivó siendo todavía unos niños con "Dentro del Laberinto" y se fue con la misma grandiosidad con la que siempre había vivido: Con un discazo que se presentó el día de su 69 cumpleaños acompañado de unas imágenes en las que posaba pletórico para su fotógrafo de cabecera Jimmy King, y con un videoclip ("Lazarus") en el que se despedía de este mundo para volver a la estrella desde la que una vez cayó a La Tierra.

Nos dejaba David Bowie y tras él la banda sonora de nuestra vida y un imaginario impagable porque The White Duke era más que un artista: era un hombre del Renacimiento contemporáneo, un visionario y un esteta que marcó tendencia siempre, camaleónico y brillante. Del mismo modo que hay un antes y un después de Bowie en el mundo de la música, también lo hay en el mundo de la moda: Quería que su música se viera como sonaba, y vaya si lo consiguió: desde el vestuario de Kansai Yamamoto que daba forma a Ziggy Stardust en la gira "Aladdin Sane" de 1973 hasta la levita hecha con la Union Jack quemada con cigarrillos que diseñó para él un joven Alexander McQueen en 1997, su estética ha sido un constante y mutante regalo que le valió incluso una retrospectiva en el V&A Museum, y que el pasado martes nos dejaba un poco huérfanos... Larga vida hombre de las estrellas, allá donde estés, y gracias por darnos tanto.