Un universo tricolor, dinosaurios, reptiles, aves en rosa, amarillo y azul vuelan por encima de nuestras cabezas evolucionando de una forma dinámica, rápida y descarada. Pau Sanz i Vila también evoluciona y lo hace al ritmo de sus obsesiones, va por etapas, dibuja y hace lo que le gusta sin perder el gusto por el contraste entre lo naif y lo macabro. Nos reunimos con él tras el montaje de su nueva exposición en Rughara, está algo cansado pero los nervios y la ilusión por algo nuevo que está a punto de empezar se traducen en su mirada, una mirada, no podemos esperar más y dejamos que su universo lleno de color, provocación y "Evolución" nos inunde, aunque sólo sea por una tarde.
¿Hay alguna reflexión detrás de Evolución, tu último trabajo?
Sí, estéticamente tu entras y lo que ves son dinosaurios y aves, defendiendo la teoría de que no todos los dinosaurios se extinguieron sino que algunos se convirtieron en las aves que hoy conocemos. Detrás de esto, explico la evolución que ha habido en mi trabajo desde 2013 hasta hoy.
¿En qué elementos de tu obra ves ese cambio?
Es un cambio en lo conceptual. Ahora busco el concepto de detrás para romper un poco con el cliché de que el POP es sólo algo visual. Por ejemplo en la obra de Warhol vemos una crítica tras la estética al consumismo, yo quiero conseguir ese trasfondo. Muchas veces me han dicho que mi obra por los colores parece ñoña, gay o infantil y yo creo que cuando hago una mano amputada, ese contraste funciona muy bien.