Brunch Magazine | Una revista de moda para gente que no lee revistas de moda

NICOLAS LOUFRANI, EL CREADOR DEL PRIMER EMOTICONO DIGITAL

  • En 1996 Nicolas Loufrani se unía a la companía de su padre, Smiley, para ayudar a evolucionar desde la misma el concepto tradicional de licencias. Su background en el mundo del lujo y su visión para el diseño y la tendencia fueron factores decisivos para generar en Smiley una auténtica revolución, que ha llevado a la cara sonriente a convertirse en la primera "letra" de un lenguaje universal.

    Entrevistamos a este visionario cuando se cumplen 20 años del nacimiento del primer emoticono digital: Nicolas Loufrani, responsable de que SmileyWorld se convirtiera en la primera marca interactiva multimedia, gérmen de un vocabulario que intercambia cada día billones de emoticonos por toda la faz de la tierra.

  • Mucha gente considera que la sonrisa más famosa del mundo es la de la Gioconda, pero para aquellos que crecimos en los 80 y los 90 probablemente sea la de Smiley. ¿Cómo te sientes habiendo sido el "padre" de su digitalización?

    Para ser honesto a veces me pregunto si fui un visionario o un idiota. Si hubiera heredado el logo de los Rolling Stones, estoy seguro de que no me hubiera dado por mover la lengua o crear nuevas expresiones con los labios. Cuando tienes que relanzar una marca normalmente optas por volver a lo básico y lo que yo hice es justamente lo contrario... Había dentro de mi una necesidad de dar vida a Smiley, de desarrollar todas esas emociones y esas nuevas categorías de iconos que resultaron ser el primer diccionario Smiley.

    Preparando la campaña del 20 Aniversario empecé a bucear en nuestros archivos y encontré catálogos de aquella época en los que anunciaba "el nacimiento de un lenguaje universal", y es en lo que se ha convertido principalmente gracias a Apple y Unicode. En aquel entonces no alcanzaba a imaginar la revolución que iban a suponer los smartphones y las RRSS en nuestra forma de comunicarnos, pero claramente vi la posibilidad de unas un sistema logo-gráfico para acercar a las personas mediante la comunicación digital.

  • ¿Cómo han evolucionado los emoticonos desde que creaste el primer Smiley digital en 1997?

    Es bastante alucinante como los Smileys y los emoticonos han desempeñado un importante papel en la revolución digital, dando al mundo una nueva forma de comunicarse y expresar emociones. Cuando yo empecé en 1997 la gente no usaba demasiado los emoticonos de texto, pero eso cambió con la aparición del e-mail y la mensajería instantánea, donde era muy fácil implementar Smileys. Todavía estábamos en web, y cuando el primer el primer Smiley apareció en un móvil Alcatel en 1996 licenciado por nosotros, era solo para dar la bienvenida al usuario cuando éste encendía el teléfono. Después licenciamos con otros fabricantes como Motorola, Samsung o Nokia, que en aquel momento lideraban el mercado de la telefonía móvil pero solo podían ofrecer nuestros Smileys como fondo de pantalla.

    No fue hasta la llegada del primer smartphone, el iPhone, cuando se produjo realmente el cambio. Apple lanzó emoji en Japón en 2007, y por primera vez un teléfono móvil proponía el uso de iconos como estábamos haciendo hasta ahora en internet. El cambio definitivo fue cuando Unicode, un consorcio de plataformas de Internet, propuso la utilización de emojis permitiendo que estos fueran enviados y recibidos desde cualquier plataforma. Eso transformó el fenómeno en global, y de alguna forma completaron mi visión de crear un lenguaje universal, algo que Smiley jamás hubiera podido conseguir sin ayuda de la tecnología. Claramente hemos sido el germen, pero estoy muy agradecido a todos aquellos que han conseguido llevar mi idea un paso más allá.

  • Hemos visto a Smiley en todo tipo de formatos, prendas, objetos? ¿Hay algún soporte o lugar que la cara sonriente no haya conquistado todavía?

    Cada año creamos más de 4000 productos en un rango que va desde objetos de consumo masivo a lujo. La cara de Smiley es un logo muy omnipresente y su uso no tiene límites: para que te hagas una idea, hemos llegado a lanzar hamburguesas y nuggets con una mini barbacoa para cocinarlos con la forma del emoticono. Nada es imposible ni inalcanzable con una marca como Smiley.

    SmileyWorld ha colaborado con algunas de las firmas de moda más relevantes como Moschino, Anya Hindmarch o Fendi. ¿Hay alguna marca con la que te gustaría colaborar y aún no lo has hecho?

    Todas nuestras colaboraciones están basadas en una positividad y forma de pensar compartidas. Solo nos gusta trabajar con personas que son entusiastas y que pueden contribuir a nuestra visión y misión, ya que de otro modo la colaboración nunca resultaría exitosa. Esa es la forma en la que construimos nuestras co-creaciones: no es una cuestión de fama o grandes nombres, sino de contribuir a nuestros valores.

  • Cuando llegaste a Smiley venías de la exclusiva firma de Savile Road Ozwald Boateng. ¿Cómo fue el salto del mundo del lujo al entonces mundo mainstream de las licencias?

    Intenté llevarme conmigo el lujo al mundo de la licencia. Ese es realmente el núcleo estratégico de mi negocio, y es a su vez el factor diferencial con respecto a nuestra competencia. Debo decir que hasta ahora nos ha funcionado de maravilla.

    Las asociaciones con otras marcas nos ayudan mucho: Tratamos de cerrar al menos dos colaboraciones cada temporada, para de ese modo asegurarnos de que la marca está en el punto de mira de la prensa de moda y los principales compradores. Es la mejor manera de mantener a Smiley siempre en la onda y se produce un efecto dominó: La prensa saca las imágenes en las revistas, los compradores adquieren los productos para sus puntos de venta y los muestran en sus escaparates y eso despierta el deseo de compra del consumidor. Hasta ahora ha resultado modelo de negocio exitoso, que me permite seguir dedicándome a algo que realmente me apasiona.

  • ¿Cuál es el secreto de Smiley para seguir siendo siempre tendencia?

    Hay varios "secretos": El primero es tratar la marca con mimo, intentar crear productos cool y re-inventarnos constantemente, para de ese modo mantener el interés por la marca. También tenemos una estrategia de distribución tangible y decidimos qué tipo de diseño vamos a vender en cada punto de venta.

    Otro factor clave es la co-creación con marcas consideradas top por influencers y early-adopters, que nos permite captar la atención de directores creativos, compradores, celebrities, medios, etc.

    También es crucial nuestro status en el epicentro de tres de las principales tendencias de la sociedad actual: Felicidad, emoticonos y música. Esa posición nos permite conectar con nuestros clientes de una forma muy auténtica, y nuestros colaboradores pueden aprovechar el atractivo universal de Smiley para crear un poderoso y cautivador mensaje para sus consumidores.

  • En 1996 Nicolas Loufrani se unía a la companía de su padre, Smiley, para ayudar a evolucionar desde la misma el concepto tradicional de licencias. Su background en el mundo del lujo y su visión para el diseño y la tendencia fueron factores decisivos para generar en Smiley una auténtica revolución, que ha llevado a la cara sonriente a convertirse en la primera "letra" de un lenguaje universal.

    Entrevistamos a este visionario cuando se cumplen 20 años del nacimiento del primer emoticono digital: Nicolas Loufrani, responsable de que SmileyWorld se convirtiera en la primera marca interactiva multimedia, gérmen de un vocabulario que intercambia cada día billones de emoticonos por toda la faz de la tierra.

  • Mucha gente considera que la sonrisa más famosa del mundo es la de la Gioconda, pero para aquellos que crecimos en los 80 y los 90 probablemente sea la de Smiley. ¿Cómo te sientes habiendo sido el "padre" de su digitalización?

    Para ser honesto a veces me pregunto si fui un visionario o un idiota. Si hubiera heredado el logo de los Rolling Stones, estoy seguro de que no me hubiera dado por mover la lengua o crear nuevas expresiones con los labios. Cuando tienes que relanzar una marca normalmente optas por volver a lo básico y lo que yo hice es justamente lo contrario... Había dentro de mi una necesidad de dar vida a Smiley, de desarrollar todas esas emociones y esas nuevas categorías de iconos que resultaron ser el primer diccionario Smiley.

    Preparando la campaña del 20 Aniversario empecé a bucear en nuestros archivos y encontré catálogos de aquella época en los que anunciaba "el nacimiento de un lenguaje universal", y es en lo que se ha convertido principalmente gracias a Apple y Unicode. En aquel entonces no alcanzaba a imaginar la revolución que iban a suponer los smartphones y las RRSS en nuestra forma de comunicarnos, pero claramente vi la posibilidad de unas un sistema logo-gráfico para acercar a las personas mediante la comunicación digital.

  • ¿Cómo han evolucionado los emoticonos desde que creaste el primer Smiley digital en 1997?

    Es bastante alucinante como los Smileys y los emoticonos han desempeñado un importante papel en la revolución digital, dando al mundo una nueva forma de comunicarse y expresar emociones. Cuando yo empecé en 1997 la gente no usaba demasiado los emoticonos de texto, pero eso cambió con la aparición del e-mail y la mensajería instantánea, donde era muy fácil implementar Smileys. Todavía estábamos en web, y cuando el primer el primer Smiley apareció en un móvil Alcatel en 1996 licenciado por nosotros, era solo para dar la bienvenida al usuario cuando éste encendía el teléfono. Después licenciamos con otros fabricantes como Motorola, Samsung o Nokia, que en aquel momento lideraban el mercado de la telefonía móvil pero solo podían ofrecer nuestros Smileys como fondo de pantalla.

    No fue hasta la llegada del primer smartphone, el iPhone, cuando se produjo realmente el cambio. Apple lanzó emoji en Japón en 2007, y por primera vez un teléfono móvil proponía el uso de iconos como estábamos haciendo hasta ahora en internet. El cambio definitivo fue cuando Unicode, un consorcio de plataformas de Internet, propuso la utilización de emojis permitiendo que estos fueran enviados y recibidos desde cualquier plataforma. Eso transformó el fenómeno en global, y de alguna forma completaron mi visión de crear un lenguaje universal, algo que Smiley jamás hubiera podido conseguir sin ayuda de la tecnología. Claramente hemos sido el germen, pero estoy muy agradecido a todos aquellos que han conseguido llevar mi idea un paso más allá.

  • Hemos visto a Smiley en todo tipo de formatos, prendas, objetos? ¿Hay algún soporte o lugar que la cara sonriente no haya conquistado todavía?

    Cada año creamos más de 4000 productos en un rango que va desde objetos de consumo masivo a lujo. La cara de Smiley es un logo muy omnipresente y su uso no tiene límites: para que te hagas una idea, hemos llegado a lanzar hamburguesas y nuggets con una mini barbacoa para cocinarlos con la forma del emoticono. Nada es imposible ni inalcanzable con una marca como Smiley.

    SmileyWorld ha colaborado con algunas de las firmas de moda más relevantes como Moschino, Anya Hindmarch o Fendi. ¿Hay alguna marca con la que te gustaría colaborar y aún no lo has hecho?

    Todas nuestras colaboraciones están basadas en una positividad y forma de pensar compartidas. Solo nos gusta trabajar con personas que son entusiastas y que pueden contribuir a nuestra visión y misión, ya que de otro modo la colaboración nunca resultaría exitosa. Esa es la forma en la que construimos nuestras co-creaciones: no es una cuestión de fama o grandes nombres, sino de contribuir a nuestros valores.

  • Cuando llegaste a Smiley venías de la exclusiva firma de Savile Road Ozwald Boateng. ¿Cómo fue el salto del mundo del lujo al entonces mundo mainstream de las licencias?

    Intenté llevarme conmigo el lujo al mundo de la licencia. Ese es realmente el núcleo estratégico de mi negocio, y es a su vez el factor diferencial con respecto a nuestra competencia. Debo decir que hasta ahora nos ha funcionado de maravilla.

    Las asociaciones con otras marcas nos ayudan mucho: Tratamos de cerrar al menos dos colaboraciones cada temporada, para de ese modo asegurarnos de que la marca está en el punto de mira de la prensa de moda y los principales compradores. Es la mejor manera de mantener a Smiley siempre en la onda y se produce un efecto dominó: La prensa saca las imágenes en las revistas, los compradores adquieren los productos para sus puntos de venta y los muestran en sus escaparates y eso despierta el deseo de compra del consumidor. Hasta ahora ha resultado modelo de negocio exitoso, que me permite seguir dedicándome a algo que realmente me apasiona.

  • ¿Cuál es el secreto de Smiley para seguir siendo siempre tendencia?

    Hay varios "secretos": El primero es tratar la marca con mimo, intentar crear productos cool y re-inventarnos constantemente, para de ese modo mantener el interés por la marca. También tenemos una estrategia de distribución tangible y decidimos qué tipo de diseño vamos a vender en cada punto de venta.

    Otro factor clave es la co-creación con marcas consideradas top por influencers y early-adopters, que nos permite captar la atención de directores creativos, compradores, celebrities, medios, etc.

    También es crucial nuestro status en el epicentro de tres de las principales tendencias de la sociedad actual: Felicidad, emoticonos y música. Esa posición nos permite conectar con nuestros clientes de una forma muy auténtica, y nuestros colaboradores pueden aprovechar el atractivo universal de Smiley para crear un poderoso y cautivador mensaje para sus consumidores.

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