Si hay algo que esta marcando la sociedad actual es esa obsesión por no crecer. Cada vez somos más los que vivimos el "síndrome de Peter Pan" y actuamos como si tuviéramos diez años menos de nuestra edad.
Sin embargo, las responsabilidades, la familia, el trabajo, los compromisos hacen que esto sea, en muchos casos, un poco complicado.
Pero para eso tenemos unos aliados perfectos: los gadgets.
Todos esos juguetitos, disfrazados muchas veces en objetos "útiles" e indispensables pero que en realidad no nos hacen ninguna falta, que despiertan nuestro lado más infantil, nos hace tanto ilusión usarlos como cuando nos compramos nuestra primera bici y nos hacen sentir como si fuéramos más listos porque gracias a ellos ahora sabes tus pulsaciones en todo momento (aunque te pases todo el día sentado) o puedes hacer música con todos los fascinantes que hay a tu alrededor (coches, gritos de tu jefe o la obra de enfrente).
Hay cantidad de ellos, capaces de hacer cualquier cosa que te puedas imaginar, de hecho ya hemos sacado algunos que nos han conquistado como el que convertía tu ipad en una máquina de escribir antigua, o con el que podías personalizar tu "juguete más íntimo" pero hoy te traemos ocho más que nos han hecho especialmente gracia..