Matthieu Bourel

Para los que no os hayáis enterado, hay un nuevo -ismo en el mundo que tiene que ver con una manera estrictamente humana de relacionarse con él. El data-ism actualiza la obsesión del coleccionista clásico por acumular material diverso y anodino y la aplica a la multiplicidad de datos e imágenes que circulan a ritmo supersónico por la doble dimensión de la realidad: la material y la virtual.

Matthieu Bourel

Esta inclinación que los dadaístas iniciaron y los surrealistas convirtieron en tendencia artística con sus collages fabricados a base de objets retrouvés no ha dejado de ganar adeptos desde las primeras décadas del siglo XX.

El caso es que hay algunos que no sólo tienen talento para componer imágenes a partir de lo múltiple y lo diverso, sino que además son capaces de figurar mundos improbables que coquetean entre lo familiar de los sueños y lo inquietante de delirio. Partiendo de este presupuesto trabaja el francés Matthieu Bourel, artista especializado en la tarea de la recopilación y el montaje de imágenes antiguas y modernas.

Matthieu Bourel

Todo un maestro del collage, narrador de historias visuales y acróbata del tiempo obsesionado por inspirar la nostalgia de una época que pudo no haber existido nunca.

Sus trabajos solapan retratos de actores célebres con rostros y cuerpos anónimos, objetos, paisajes y texturas que logran componer impresionantes formas geométricas que se debaten entre lo abstracto y lo figurativo.

Lo del artista francés es un ejercicio fino basado en la estética de la deconstrucción y en la ética la asociación libre, una prueba más de las bondades de la imaginación creadora, esa facultad humana casi divina capaz de desvelar relaciones invisibles y dibujar correspondencias secretas entre las cosas.

Una maravilla, los collages de Matthieu Bourel, que nos tiene hipnotizados y enganchados a su espectacular portfolio, lleno de sorpresas, por cierto.