Ir a Londres siempre es un soplo de aire fresco. De siempre me ha encantado pasear por sus calles decrépitas, aunque cuando tienes que ir de punta a punta para conocer todas las novedades que se presentan en el London Design Festival, puede ser agotador.
El LDF (como nos gustan unas siglas) es un evento anual en el que Londres acoge a artistas, diseñadores y grandes firmas para mostrar lo último en diseño y decoración. Se desarrolla por toda la ciudad, en diferentes emplazamientos, así que imaginaros el palizón, porque claro, Londres es... "muuuuuuy" pequeño. Lo más "edgy" (vamos, lo más guay) del festival estaba en la zona del nuevo triángulo del diseño, situado en Shoreditch que, como sabréis (y si no ya os lo cuento yo), se ha convertido en nuevo barrio de moda al noroeste de la ciudad.
El segundo punto estratégico de la LDF, este año, ha sido el Designersblock, en el centro de la ciudad y muy cerca Oxfor St., donde descubrimos alguna que otra cosilla. Y completa este circuito el, siempre maravilloso, Victoria & Albert Museum, donde las obras de arte, de la colección permanente del museo, se entremezclaban con modernas instalaciones de diseño... ¡un lujo!.
Así que, plano en mano y con zapato cómodo, allí me fui con mis socias de "Oh La Vache Studio" y como, espero, digna embajadora de BRUNCH MAGAZINE, a dejarnos sorprender.