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LAS VIRGENES DE REBECA KHAMLICHI

  • Rebeca Khamlichi no es sólo una pintora sino una forma de pintar, sus obras muestran su gran universo en el que conviven a codazos el diseño gráfico y la iconografía religiosa del s.XVII, los dibujos animados y Michael Haneke, el rosa chicle y las Pinturas Negras de Goya, el Superflat y la copla: algo así como si Doña Concha Piquer se arrancara por haikus.

    Por esta razón, no me sorprendió toparme con una colección de vírgenes pop al visitar su estudio el otro día. Vírgenes en colores rosas, con aliens sobre sus brazos o abducidas por naves espaciales me hicieron preguntar y querer saber como su mente llega a crear estas combinaciones.

    Comenzamos a charlar y empecé a entenderlo todo: hija de padre musulmán, su madre cristiana no católica y sus abuelos, con los que pasaba gran parte del tiempo (ya que sus padres eran también artistas y bohemios), muy muy católicos. Claro, siendo una niña se volvía loca con "la verdad" que cada uno le contaba y tres verdades tan diferentes no le cuadraban, se decía que "aquí hay algo que esta mal".

  • Esto le provocó ver las cosas de otra manera, siendo la iconografía de cada religión de verdad le hacía gracia: "me parecía un flipe". Miraba y observaba esas imágenes y le parecían una locura. Esas caras afligidas y esos señores doloridos. Unas le parecían preciosas y otras le causaban auténtico terror.
    Si a esto le añadimos que a la generación de los 80 y los 90, dibujos como los de Bola De Dragón sustituyeron a los referentes visuales religioso, un niño pequeño tiene más claro quién es Batman que la Virgen María, era inevitable que Rebeca acabara mezclándolos sin ningún pudor dando como resultado esta serie de "Santas y Sagrados corazones".

    De todos modos, no dejes de visitar la página web de Rebeca Khamlichi para descubrir más sobre su trabajo.

    Ainara Arnaiz.

  • Rebeca Khamlichi no es sólo una pintora sino una forma de pintar, sus obras muestran su gran universo en el que conviven a codazos el diseño gráfico y la iconografía religiosa del s.XVII, los dibujos animados y Michael Haneke, el rosa chicle y las Pinturas Negras de Goya, el Superflat y la copla: algo así como si Doña Concha Piquer se arrancara por haikus.

    Por esta razón, no me sorprendió toparme con una colección de vírgenes pop al visitar su estudio el otro día. Vírgenes en colores rosas, con aliens sobre sus brazos o abducidas por naves espaciales me hicieron preguntar y querer saber como su mente llega a crear estas combinaciones.

    Comenzamos a charlar y empecé a entenderlo todo: hija de padre musulmán, su madre cristiana no católica y sus abuelos, con los que pasaba gran parte del tiempo (ya que sus padres eran también artistas y bohemios), muy muy católicos. Claro, siendo una niña se volvía loca con "la verdad" que cada uno le contaba y tres verdades tan diferentes no le cuadraban, se decía que "aquí hay algo que esta mal".

  • Esto le provocó ver las cosas de otra manera, siendo la iconografía de cada religión de verdad le hacía gracia: "me parecía un flipe". Miraba y observaba esas imágenes y le parecían una locura. Esas caras afligidas y esos señores doloridos. Unas le parecían preciosas y otras le causaban auténtico terror.
    Si a esto le añadimos que a la generación de los 80 y los 90, dibujos como los de Bola De Dragón sustituyeron a los referentes visuales religioso, un niño pequeño tiene más claro quién es Batman que la Virgen María, era inevitable que Rebeca acabara mezclándolos sin ningún pudor dando como resultado esta serie de "Santas y Sagrados corazones".

    De todos modos, no dejes de visitar la página web de Rebeca Khamlichi para descubrir más sobre su trabajo.

    Ainara Arnaiz.

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