Brunch Magazine | Una revista de moda para gente que no lee revistas de moda

LAS NUEVAS FORMAS "IN"(CÓMODAS) DE LLEVAR UN BOLSO.

  • Colección Resort de KENZO.

    Después de intentar responder (sin éxito) a uno de los más grandes enigmas de la humanidad: "¿A qué huelen las nubes?", decidí centrarme en la segunda duda existencial que asalta sin descanso al homo sapiens sapiens del siglo XXI, a saber: "¿Qué lleva una mujer en su bolso?". Tras googlear estas palabras y enfrentarme a los miles de artículos y "videotutoriales" o las divertidas ilustraciones de BRUNCH donde juegan a averiguar quienes son la dueñas de los mismos según su contenido, me di cuenta de que mi pregunta estaba obsoleta. Ahora ya no importa qué guardamos las mujeres en nuestro bolso (principalmente porque en la mayoría de los modelos solo cabe el móvil y unas cuantas monedas), ahora lo que atormenta nuestro pensamiento es cómo debemos llevar el susodicho complemento.

    Antes de que pulséis la "X" de vuestro navegador, creyendo que la respuesta está clara y que es una pérdida de tiempo introduciros en tan superflua reflexión, he de deciros que, en contra de lo que podáis pensar, los bolsos ya no se llevan colgados del hombro. No señor. Desde que el clutch (bolso de mano de toda la vida) abandonase su papel festivo y se introdujese en los estilismos diarios, el resto de modelos también vienen dispuestos a incomodarnos. Por obra y gracia de los grandes de la moda (Chanel, Stella McCartney, Céline, Kenzo o Saint Laurent, entre otros) poco importa que los bolsos lleven correas o sean del tamaño de la bolsa del gimnasio: todos se llevan en la mano.

  • MANGO se apunta a lo de llevar varios bolsos.

    Según estos contemporáneos dictados de la moda, esa bandolera que cruzábamos cómodamente debe llevarse ahora suspendida en el aire. ¿Y qué hacemos con la correa?: un estiloso gurruño. Según estos recientes mandamientos fashionistas, ese modelo shopper en el que cargábamos la casa a cuestas (aún a riesgo de dislocarnos el hombro) debe transformarse ahora en un clutch tamaño XL. ¿Y qué hacemos con las asas?. En un remoto pasado, Victoria Beckham nos hubiese aconsejado colgarlas del brazo (enfermando sin remedio de "poshitis" aguda), pero ahora simplemente debemos ignorarlas y asir el bolso por la base, colocándolo a un lado de nuestro cuerpo cual jugador de rugby evitando ser placado.

    CHANEL y sus "bolsos-pistolera".

    Por último, según estas nuevas normas irrefutables, debemos saber que existe una excepción a todo lo anteriormente expuesto. Si osamos desafiarlas y queremos, en un alarde de inconsciencia, colgar nuestro bolso como aprendimos a temprana edad, debemos saber que entonces no basta con uno. Hay que colgarse dos. Sí, la cruel industria de la moda castiga a las valientes traicioneras haciéndoles hipotecar no uno, sino dos riñones para poder pagar dos bolsos de Chanel.

    Y no penséis que esto es un delirio pasajero de un par de directores creativos inspirados. No.

  • ANYA HINDMARCH y sus bolsos/packaging de productos alimenticios // Ph. via Anya Hindmarch.

    Si merece la pena bucear en esta tendencia es porque no se queda anclada en el olvido al terminar el otoño-invierno 2013-2014, sino que vuelve con fuerza esta primavera-verano y regresará a la carga cuando termine septiembre y volvamos a retomar el abrigo (no os alarméis que aún queda mucho para eso). ¿Conseguirán los diseñadores que mujeres sin blog ni novio fotógrafo carguen con sus bolsos a cuestas? ¿Lograrán ver el look pistolera, con dos bolsos cruzados, en féminas que no se llamen Miroslava Duma? Por si el plan falla también han preparado mochilas, cestas de la compra o cajas de cereales que hacen las veces de bolso. Porque si algo está claro, es que el discreto modelo negro de asa larga que combinaba con todo es ahora un antigualla digna de museo que únicamente podría tener cabida en un estilismo guay si ha sido adquirido en una tienda vintage.

    Clara Ferrero. @clara_ferrero

  • Colección Resort de KENZO.

    Después de intentar responder (sin éxito) a uno de los más grandes enigmas de la humanidad: "¿A qué huelen las nubes?", decidí centrarme en la segunda duda existencial que asalta sin descanso al homo sapiens sapiens del siglo XXI, a saber: "¿Qué lleva una mujer en su bolso?". Tras googlear estas palabras y enfrentarme a los miles de artículos y "videotutoriales" o las divertidas ilustraciones de BRUNCH donde juegan a averiguar quienes son la dueñas de los mismos según su contenido, me di cuenta de que mi pregunta estaba obsoleta. Ahora ya no importa qué guardamos las mujeres en nuestro bolso (principalmente porque en la mayoría de los modelos solo cabe el móvil y unas cuantas monedas), ahora lo que atormenta nuestro pensamiento es cómo debemos llevar el susodicho complemento.

    Antes de que pulséis la "X" de vuestro navegador, creyendo que la respuesta está clara y que es una pérdida de tiempo introduciros en tan superflua reflexión, he de deciros que, en contra de lo que podáis pensar, los bolsos ya no se llevan colgados del hombro. No señor. Desde que el clutch (bolso de mano de toda la vida) abandonase su papel festivo y se introdujese en los estilismos diarios, el resto de modelos también vienen dispuestos a incomodarnos. Por obra y gracia de los grandes de la moda (Chanel, Stella McCartney, Céline, Kenzo o Saint Laurent, entre otros) poco importa que los bolsos lleven correas o sean del tamaño de la bolsa del gimnasio: todos se llevan en la mano.

  • MANGO se apunta a lo de llevar varios bolsos.

    Según estos contemporáneos dictados de la moda, esa bandolera que cruzábamos cómodamente debe llevarse ahora suspendida en el aire. ¿Y qué hacemos con la correa?: un estiloso gurruño. Según estos recientes mandamientos fashionistas, ese modelo shopper en el que cargábamos la casa a cuestas (aún a riesgo de dislocarnos el hombro) debe transformarse ahora en un clutch tamaño XL. ¿Y qué hacemos con las asas?. En un remoto pasado, Victoria Beckham nos hubiese aconsejado colgarlas del brazo (enfermando sin remedio de "poshitis" aguda), pero ahora simplemente debemos ignorarlas y asir el bolso por la base, colocándolo a un lado de nuestro cuerpo cual jugador de rugby evitando ser placado.

    CHANEL y sus "bolsos-pistolera".

    Por último, según estas nuevas normas irrefutables, debemos saber que existe una excepción a todo lo anteriormente expuesto. Si osamos desafiarlas y queremos, en un alarde de inconsciencia, colgar nuestro bolso como aprendimos a temprana edad, debemos saber que entonces no basta con uno. Hay que colgarse dos. Sí, la cruel industria de la moda castiga a las valientes traicioneras haciéndoles hipotecar no uno, sino dos riñones para poder pagar dos bolsos de Chanel.

    Y no penséis que esto es un delirio pasajero de un par de directores creativos inspirados. No.

  • ANYA HINDMARCH y sus bolsos/packaging de productos alimenticios // Ph. via Anya Hindmarch.

    Si merece la pena bucear en esta tendencia es porque no se queda anclada en el olvido al terminar el otoño-invierno 2013-2014, sino que vuelve con fuerza esta primavera-verano y regresará a la carga cuando termine septiembre y volvamos a retomar el abrigo (no os alarméis que aún queda mucho para eso). ¿Conseguirán los diseñadores que mujeres sin blog ni novio fotógrafo carguen con sus bolsos a cuestas? ¿Lograrán ver el look pistolera, con dos bolsos cruzados, en féminas que no se llamen Miroslava Duma? Por si el plan falla también han preparado mochilas, cestas de la compra o cajas de cereales que hacen las veces de bolso. Porque si algo está claro, es que el discreto modelo negro de asa larga que combinaba con todo es ahora un antigualla digna de museo que únicamente podría tener cabida en un estilismo guay si ha sido adquirido en una tienda vintage.

    Clara Ferrero. @clara_ferrero

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