Me pregunto qué ocurriría si "Las tres gracias" de Rubens viviesen en el siglo XXI. ¿Se someterían a mesoterapia, presoterapia y cavitación para acabar con la la celulitis?, ¿se darían rayos UVA para transformar su blanco nuclear en un bronceado digno de unas vacaciones en Punta Cana?, ¿se animarían con la queratina y el alisado japonés para terminar con las ondulaciones capilares y el encrespado?. En definitiva: ¿Por qué las mujeres gastamos cantidades ingentes de dinero en toda clase de tratamientos estéticos?.
Esta pregunta es la que se hace la fotógrafa australiana Jessica Ledwich, que busca respuesta a esta reflexión en su trabajo "Monstrous Feminine", una serie de fotografías que muestran la tiranía de la belleza en la vida cotidiana de las mujeres y el dolor físico que muchas veces estamos dispuestas a sufrir a cambio de la (supuesta) perfección estética. Así se lo cuenta a BRUNCH.
¿Qué inspira su trabajo "Monstrous Feminine"?
La sexualidad femenina ha sido históricamente retratada como algo de lo que asustarse, algo incómodo y amenazante. Hay un enorme miedo cultural respecto al envejecimiento y existe una generación de mujeres cuyas identidades son modeladas por ese miedo. Estaba interesada en explorar las rutinas que las mujeres incorporan como parte de la vida diaria y en examinar la influencia que tienen en la percepción de los demás y de nosotros mismos. Me llamó la atención lo normalizados que están dichos procedimientos y cómo no pensamos mucho sobre ellos.
JESSICA LEDWICH: LA TIRANÍA DE LA BELLEZA.
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Jessica Ledwich.
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Jessica Ledwich.
¿Cree que los estándares de belleza contemporáneos y sus prácticas tienen consecuencias psicológicas en las mujeres?
Bueno, no soy psicóloga pero sí creo que la cultura contemporánea y cómo retrata a la mujer está cambiando la percepción femenina sobre lo que se considera "normal" y "deseable". Además, estos procedimientos se están convirtiendo en mainstream. Se llevan a cabo de forma regular, demostrando una insatisfacción con nuestros cuerpos y por tanto, con nosotros mismos. Los medios de comunicación y la cultura nos dicen cómo debemos lucir y la sexualidad femenina es retratada tanto de forma atractiva como "monstruosa". Es evidente que esto causa un daño psicológico, en particular a las generaciones venideras que verán estas actitudes como algo normal.
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Jessica Ledwich.
¿Qué se esconde detrás de la naturaleza "macabra" de sus fotografías?
Los aspectos más bizarros y macabros del comportamiento humano siempre me han fascinado, especialmente nuestras actitudes culturales hacia la muerte. Creo que el miedo generalizado a nuestro propio fin influye en nuestra conducta y proporciona un interesante material que explorar.
¿Se convierten las rutinas de belleza en algo deshumanizador?
Bueno, depende de lo identificada que te sientas con esas rutinas. Si dependes de ellas, pueden convertirse en una cárcel. Eso no quiere decir que el aseo diario sea algo negativo, por supuesto. Creo que más bien tiene que ver con cómo diriges o defines tu vida. Ya sabes, hay mujeres que afirman: "me moriría sin mi plancha del pelo".
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Jessica Ledwich.
¿Qué pretende conseguir con estas fotografías?
Siempre aspiro a empezar un diálogo. No me interesa decirle a la gente lo que debe pensar o decir. Solo quiero que paren un segundo y piensen sobre lo que tienen delante.
¿Son compatibles las rutinas de belleza extremas y el feminismo?
Creo que el feminismo es una opción. Las mujeres deberían ser libres de tomar decisiones en lo que concierne a su propio cuerpo y creo que es importante examinar la motivación detrás de un determinado acto. ¿Por qué sentimos que necesitamos cambiarnos a nosotros mismos? ¿Por qué tenemos un sentido tan limitado de la belleza? La belleza es solo un producto cultural. ¿De verdad crees que la mayoría de las mujeres continuarían con esas rutinas si vivieran solas en una isla desierta?
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Como mujer y como artista, ¿cuál es su relación con la moda y la belleza?, ¿le interesan?
Esta obra no va de ?está mal comprometerse con la belleza?. Me encanta la moda. Uso maquillaje y no soy inmune a las presiones de los ideales culturales. Lo que resulta interesante para mí es examinar por qué nos comportamos de la manera en la que lo hacemos y cómo eso define nuestra identidad.
Clara Ferrero @clara_ferrero
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Jessica Ledwich.
Me pregunto qué ocurriría si "Las tres gracias" de Rubens viviesen en el siglo XXI. ¿Se someterían a mesoterapia, presoterapia y cavitación para acabar con la la celulitis?, ¿se darían rayos UVA para transformar su blanco nuclear en un bronceado digno de unas vacaciones en Punta Cana?, ¿se animarían con la queratina y el alisado japonés para terminar con las ondulaciones capilares y el encrespado?. En definitiva: ¿Por qué las mujeres gastamos cantidades ingentes de dinero en toda clase de tratamientos estéticos?.
Esta pregunta es la que se hace la fotógrafa australiana Jessica Ledwich, que busca respuesta a esta reflexión en su trabajo "Monstrous Feminine", una serie de fotografías que muestran la tiranía de la belleza en la vida cotidiana de las mujeres y el dolor físico que muchas veces estamos dispuestas a sufrir a cambio de la (supuesta) perfección estética. Así se lo cuenta a BRUNCH.
¿Qué inspira su trabajo "Monstrous Feminine"?
La sexualidad femenina ha sido históricamente retratada como algo de lo que asustarse, algo incómodo y amenazante. Hay un enorme miedo cultural respecto al envejecimiento y existe una generación de mujeres cuyas identidades son modeladas por ese miedo. Estaba interesada en explorar las rutinas que las mujeres incorporan como parte de la vida diaria y en examinar la influencia que tienen en la percepción de los demás y de nosotros mismos. Me llamó la atención lo normalizados que están dichos procedimientos y cómo no pensamos mucho sobre ellos.
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Jessica Ledwich.
¿Cree que los estándares de belleza contemporáneos y sus prácticas tienen consecuencias psicológicas en las mujeres?
Bueno, no soy psicóloga pero sí creo que la cultura contemporánea y cómo retrata a la mujer está cambiando la percepción femenina sobre lo que se considera "normal" y "deseable". Además, estos procedimientos se están convirtiendo en mainstream. Se llevan a cabo de forma regular, demostrando una insatisfacción con nuestros cuerpos y por tanto, con nosotros mismos. Los medios de comunicación y la cultura nos dicen cómo debemos lucir y la sexualidad femenina es retratada tanto de forma atractiva como "monstruosa". Es evidente que esto causa un daño psicológico, en particular a las generaciones venideras que verán estas actitudes como algo normal.
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Jessica Ledwich.
¿Qué se esconde detrás de la naturaleza "macabra" de sus fotografías?
Los aspectos más bizarros y macabros del comportamiento humano siempre me han fascinado, especialmente nuestras actitudes culturales hacia la muerte. Creo que el miedo generalizado a nuestro propio fin influye en nuestra conducta y proporciona un interesante material que explorar.
¿Se convierten las rutinas de belleza en algo deshumanizador?
Bueno, depende de lo identificada que te sientas con esas rutinas. Si dependes de ellas, pueden convertirse en una cárcel. Eso no quiere decir que el aseo diario sea algo negativo, por supuesto. Creo que más bien tiene que ver con cómo diriges o defines tu vida. Ya sabes, hay mujeres que afirman: "me moriría sin mi plancha del pelo".
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Jessica Ledwich.
¿Qué pretende conseguir con estas fotografías?
Siempre aspiro a empezar un diálogo. No me interesa decirle a la gente lo que debe pensar o decir. Solo quiero que paren un segundo y piensen sobre lo que tienen delante.
¿Son compatibles las rutinas de belleza extremas y el feminismo?
Creo que el feminismo es una opción. Las mujeres deberían ser libres de tomar decisiones en lo que concierne a su propio cuerpo y creo que es importante examinar la motivación detrás de un determinado acto. ¿Por qué sentimos que necesitamos cambiarnos a nosotros mismos? ¿Por qué tenemos un sentido tan limitado de la belleza? La belleza es solo un producto cultural. ¿De verdad crees que la mayoría de las mujeres continuarían con esas rutinas si vivieran solas en una isla desierta?
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Como mujer y como artista, ¿cuál es su relación con la moda y la belleza?, ¿le interesan?
Esta obra no va de ?está mal comprometerse con la belleza?. Me encanta la moda. Uso maquillaje y no soy inmune a las presiones de los ideales culturales. Lo que resulta interesante para mí es examinar por qué nos comportamos de la manera en la que lo hacemos y cómo eso define nuestra identidad.
Clara Ferrero @clara_ferrero
