Madrid. Calle Jorge Juan, nuevo epicentro gastro de la capital. En los últimos años la proliferación de restaurantes en una de las más emblemáticas calles de la Milla de Oro es una realidad, y uno de los últimos en llegar pisando fuerte ha sido LUX MADRID.

Nacer en el seno de una de las familias hosteleras con más solera de Madrid puede que sea garantía de éxito, pero nosotros no hemos querido demorarnos en conocer de primera mano el nuevo proyecto de Grupo La Máquina, un restaurante que pese a su corta vida ya suele estar full booked y del que todo el mundo habla. Llegamos con un poco de antelación, pues nos habían advertido que los cócteles no defraudan y nos pareció la mejor forma de arrancar la velada.

LUX MADRID tiene vocación de hotspot: Su fachada de amplios ventanales es toda una declaración de intenciones, y también la gran variedad de ambientes que podemos encontrar en las cuatro plantas del edificio de principios del siglo XX al que se accede por la antigua entrada de carruajes.

La planta baja nos descubre un espacio informal sin horario ni fecha en el calendario: oferta de cocina ininterrumpida sin reserva previa, y cócteles y copas anytime en formato bar y un DJ que pone banda sonora al que quizás sea el espacio más canalla de LUX MADRID. En contraposición, el restaurante ofrece una sofisticación sin estridencias aunque la planta primera invita igualmente al encuentro y la conversación con sus amplias mesas perfectas para grupos. La segunda planta, abierta como un anfiteatro y con mesas pequeñas es más íntima, no en vano es ya la favorita de la beautiful people de Madrid.

Pero no solo de parecer un local del Lower Manhattan debe vivir un restaurante, por eso LUX MADRID ofrece una carta de altura: La materia prima es excelente, pero además la oferta gastronómica destila frescura y cosmopolitismo: un paseo por la cocina española, asiática, italiana, mexicana y americana, juntas y en ocasiones revueltas, en el que cabe destacar el sushi y el buen hacer a la parrilla, pero también recetas más elaboradas como el carabinero XXL en velo de panceta, la costilla de palo glaseada con barbacoa de Lamb's Navy Rum o, ya en materia de postres, la Milleufeuille de hojaldre rellena de crema con frutos rojos. Todo ello servido en una vajilla maravillosa con un trato exquisito, denotando el mimo con el que se han cuidado todos los detalles. LUX MADRID es más que un restaurante: es una experiencia de la que salimos con algún kilo de más pero con una sonrisa en los labios, y que sin duda repetiremos pronto.