The Tree de Paul McCarthy

El arte contemporáneo también tiene sus momentos estelares de ridícuo. Ojo al dato: en la lujosa Place Vendôme de Paris se instaló un monumental pino verde hace unos días. Era un árbol particular, porque entre otras virtudes, estaba hecho de aire, creado por un artista, inspirado por un juguete sexual anal y funcionaba como anticipo de los próximos tiempos navideños.

Pero hete aquí que el susodicho pino y sus connotaciones erótico-festivas no ha gustado mucho a las mentes más conservadoras de la capital francesa, que esta semana inaugura una nueva edición de su Feria Internacional de Arte Contemporáneo (FIAC). Y es que éste era precisamente el motivo del árbol de la polémica: los organizadores de la FIAC invitaron al artista americano Paul McCarthy a intervenir el epicentro del lujo mundial en el marco del programa la FIAC hors le murs.

El jueves se instaló el pino hinchable y, con él, se montó todo el lío. Primero un desconocido atizó un par de tortazos al artista (que tiene 69 años) acusándole poco más o menos de atentado a la moralidad pública y a la dignidad del pueblo francés, y, la noche del viernes, unos vándalos desenchufaron la instalación eléctrica que alimentaba a la criatura. El pino-árbol navideño-juguete anal se fue al carajo y una enorme masa verde chuchurría aparecía desplegada en el suelo de la place Vendôme.

Consecuencias de todo este circo: McCarthy ha renunciado a reinstalar su obra (de la que reconoce su inspiración sexual, mira tú que novedad) y se va con su árbol a otra parte. Así que nada, no more tree durante la semana del arte contemporáneo de París. La paradoja del asunto es que, incluso sin pino verde, la Place Vendôme sigue manteniendo un aura eminentemente fálica gracias la pedazo de columna de bronce que reina en el centro de la plaza. Pero claro, la plantó Napoleón. Y a ver quién se animaba a darle un guantazo al corso.