Últimamente andamos todos un poco alertados con el cierre del "último" salón de té en Madrid, el mítico Embassy. Pero igual podríamos pensar que no tiene porqué ser un adiós definitivo, sino un hasta luego. No sería el primer negocio que tras el disgusto de la notica de su cierre, vuelve a renacer desde sus cenizas, como Ave Fenix con un nuevo look, nuevos jefes y nuevas fuerzas completamente renovadas. Y para muestra un botón... o cuatro:

PALACIO DE GAVIRIA:

En los noventa el negocio de la noche colocó el Palacio de Gaviria entre las mejores salas de fiestas de la capital, conocida por sus sesiones de «intercambio» con extranjeros.

Varias generaciones de jóvenes han bailado frente a los mismos espejos donde lo hizo Isabel II y se sorprendían al descubrir, al encender las luces, del escenario que les rodeaba. Aún así, la discoteca se quedó sin permisos del Ayuntamiento (gran drama en la vida nocturna de Madrid) y tuvo que cerrar sus puertas.

Sin embargo, es en Febrero de este año cuando nos sorprenden con su vuelta como sala de exposiciones y eventos, siendo el artista neerlandés Escher el encargado en inaugurar este espacio.

De esta manera, el Palacio de Gaviria se vuelve a recuperar para los madrileños y los visitantes de la capital.

LA DUQUESITA:

La Duquesita abre sus puertas en 1914 en la calle Fernando VI  y comenzando la historia de una de las pastelerías más emblemáticas de Madrid, famosa por sus postres y dulces artesanos y es con Luis Santamaría, tercera generación de pasteleros, con quien el establecimiento se convierte en centenario y se consolida como referencia en la gastronomía dulce de Madrid.

A pesar de esto, cierra sus puertas en el 2015 pero temporalmente, ya que 6 meses más tarde vuelve a abrir de la mano de Oriol Balaguer. La pastelería evoluciona para recoger un nuevo concepto de Pastelería-Bombonería y se hace cargo del diseño el estudio Madrid in Love. La Duquesita pretende profundizar en su espíritu tradicional y  centenario pero con un aire más fresco y contemporáneo.

Con este objetivo, La Duquesita mantiene los mostradores, vitrinas y  espejos originales, rehabilitados antes de su reapertura, su gran lámpara central e incorpora nuevos elementos de perfil clásico: un suelo blanco con motivos geométricos negros, una barra y  mesas en mármol negro, y ligeros elementos en latón pulido, en línea con los  existentes.
En la nueva etapa se realizan algunos cambios pero su producto se mantiene fiel a su historia. Por eso el establecimiento sigue presidido por La Duquesita de Alabastro, una figura emblemática que da nombre a este establecimiento.

FLORIDA PARK:

En 1942, en plena posguerra, se transformó el antiguo pabellón de caza del Rey Felipe IV en Madrid un local destinado al lujo, la fantasía y la diversión propias de la vida nocturna bajo el nombre de "Florida Parque". "Florida", porque dependía del Hotel Florida, situado en la plaza de Callao, y "Parque" porque se situaba en pleno Parque del Retiro. Termino que acabo finalmente traduciéndose al inglés para dar como resultado el más conocido "Florida Park".

Era la sala de fiestas más divertida de España, el templo nocturno más "canalla" donde todos querían ser vistos, el escenario donde Lola Flores perdió sus famoso pendiente, deteniendo la actuación para buscarlo.

Sin embargo, el tiempo comenzó a castigarlo, convirtiéndolo en una reliquia del pasado, que recuperaban, de tarde en tarde, para algún evento, hasta que no tuvo más remedio que cerrar sus puertas en el 2013 por la falta de rentabilidad económica.

Sin embargo, es en el 2016, tras un año y medio de obras, que vuelve a abrir sus puertas con un completo lavado de cara proporcionado por el arquitecto Guillermo García Hoz y el decorador Pascua Ortega.

En la reforma del Florida Park (ahora Florida Retiro), se ha conservado tanto su emblemática cúpula como la fachada de La Casa del Contrabandista, que es la estancia nuclear del recinto. Además se han creado múltiples espacios con diferentes ofertas gastronómicas aunque la joya central sigue siendo la sala de fiestas central organizada alrededor del escenario.

CAFÉ COMERCIAL:

Mucho dio que hablar el cierre del mítico Café Comercial, situado en la glorieta de Bilbao y fundado en 1887.

Desde el principio fue elegido por poetas, novelistas y pintores como centro de reunión y de tertulias literarias alrededor de su chocolate con churros, convirtiéndose en uno de los cafés claves de la Edad de Oro de Madrid.

De ahí que su cierre en el 2015, tras 128 años de vida, tocara el corazón de miles de madrileños, que así lo hicieron notar llenando su cristaleras de post-it de despedida. Despedida muy corta ya que en Abril de este año vuelve a abrir su puertas gracias a un grupo de empresarios madrileños.

Madrid in Love vuelven a ser los encargados de definir la nueva cara del Café Comercial, donde conservan muchos elementos como las barras o las lámparas originales, así como las columnas o la marcos de los espejos.

El resultado es un Café Comercial que conserva su espíritu bohemio de tertulias en torno a una caña o un café, que aún sabe mucho a historia, pero que tiene una cara más contemporánea, en sintonía con los nuevos tiempos. En boca de Juan Luis Medina (Madrid in Love): "un glamour castizo".