Después de tanto esperar, por fin se ha estrenado el remake de La Bella y la Bestia y, como suele ser habitual cuando un proyecto de estas características genera tantas expectativas, las críticas están siendo bastante mixtas. Lo que está claro es que la película es un bombazo en las taquillas de todo el mundo y la estrategia de Disney, de relanzar sus clásicos con actores de carne y hueso, un éxito.
Otro de los aciertos de la factoría de Mickey Mouse es el darle a cada película un carácter diferente, con directores y actores de prestigio que elevan la categoría de cada proyecto. Angelina Jolie, y una historia que se centraba en la villana clásica, triunfaron en Maléfica (Robert Stromber, 2014), Cate Blanchett era lo mejor en Cenicienta (Kenneth Branagh, 2015) y El Libro de la Selva sorprendió gracias a unos efectos visuales espectaculares que se llevaron el Oscar, y se utilizarán de nuevo en la secuela y en un remake de El Rey León, proyectos para los que incluso se mantiene al director Jon Favreau.
A Disney todavía le quedan clásicos e historias para largo: en los próximos años se estrenarán las correspondientes revisiones de Aladdin y Dumbo (que dirigirán Guy Ritchie y Tim Burton, nada menos), La Sirenita, Mulan e incluso precuelas protagonizadas por el genio de la lámpara o Cruella de Vil. Con tanta variedad, y ya que al fin y al cabo son películas que hemos visto todos, hemos decidido preguntarnos cómo serían si los todopoderosos estudios se las encargasen a algún español.
Ya lo hicimos con Star Wars, y ahora es el turno de Disney made in Spain: