Ya es conocida en BRUNCH MAGAZINE nuestra debilidad por el apareamiento de las imágenes. No podemos evitar experimentar una agradable punzadita en la retina cada vez que nos topamos con trabajos creativos en donde el delirio colorista y el arrebato de la imaginación producen composiciones pocos probables para las rutinas del ojo.
Nuestro último coup de foutre ha venido de la mano de Catherine J. Kim, una joven artista multidisciplinar, residente en Nueva York y originaria de San Francisco, capaz de poner patas arriba a cualquier mirada acomodada en la utilidad de los objetos.
La carrera de Kim empezó, cómo no, con un Mac y un progresivo trasteo con programas de edición. Luego vino un proyecto instagramer, 100 days, una especie de autocampaña diaria de imágenes fabricadas a base de bodegones a todo color protagonizados por los elementos más obvios de la cocina de cualquiera. El boom en la red fue casi inmediato y las fotografías de la americana empezaron a llenarse de likes. ¿Resultado? La aventura instagramer va hoy por 58.000 seguidores y subiendo.