Madrid. Seis de la tarde. Los termómetros marcan 37 grados. Llevas toda la tarde de compras aprovechando las rebajas y ya no puedes más. Seguro que te sientes identificad@ según lo estás leyendo. Menos mal que en BRUNCH MAGAZINE tenemos la solución perfecta. Un lugar donde podrás guarecerte del solazo madrileño y darte un respiro... y ya de paso un señor homenaje ¿por qué no? Que las rebajas también cansan y mucho.
En pleno barrio de Malasaña encontramos La Cocina de Mi vecina. Con una fachada discreta, casi pasa desapercibido entre kebabs y tiendas de ropa "vintage" si no fuera por las enormes y coloridas tartas que luce su escaparate. ¡Y qué tartas! En este café, todo, absolutamente todo es casero. Desde sus cupcakes y deliciosos brownies hasta su limonada. Incluso hacen tartas por encargo y personalizadas con fondant. Lo que se te ocurra, por disparatado que sea, te lo hacen.
Hace cuatro años, su dueña, Amanda, llegó a España con un título debajo del brazo y el sueño de ejercer como abogada. Sin embargo, las cosas no siempre son fáciles y decidió apostar por su segundo sueño: ser repostera. Sabía cómo hacerlo después de años viendo cocinar a su abuela. Así que decidió poner en práctica sus recetas, primero en casa vendiendo tartas por encargo hasta que un día decidió liarse la manta a la cabeza y abrir esta coqueta cafetería. Un lugar donde disfrutar de un pedazo de tarta como si te encontraras en la cocina de tu vecina tomando café y charlando.