El otro día se quedó a dormir en casa una amiga de esas que, cuando haces memoria, no la has visto nunca de día.
Esas amigas que sólo ves en fiestas, cenas, reuniones de amigos y demás saraos.
Todo bien hasta que por la mañana me encontré con un persona que no conocía de nada preguntándome si me hacía un café o un Sprite (gran aliado contra la resaca como nos contaron en Brunch hace unos días)
Después de marcar nerviosamente el número de la policía y empezar a dar mi dirección para que vinieran a mi rescate, descubrí que aquella persona... ¡era la amiga que se había quedado a dormir! El problema era que ahora no tenia cejas, su frente era mucho más larga de lo que recordaba, las tetas le colgaban varios centímetros más abajo, su cintura había desaparecido y sus labios carnosos eran dos finas líneas...
Ese día descubrí la "belleza de quita y pon" y hoy os lo voy a desvelar... pero guardar el secreto...