Pablo Párraga y Trini Salamanca...ANTOÑITO Y MANOLIN.

"Hola, te escribo porque tengo unos amigos que hacen...", "Te mando la web de mi primo para ver si os interesa...", "Tenéis que sacar a mi vecina que hace...". Este son el tipo de mensajes que temo encontrarme cada vez que abro mi mail, whatssup, Facebook, etc. Mensajes que suelen ir acompañados con el trabajo de gente que... por decirlo de manera suave... "no encajan en nuestra línea editorial".

Sin embargo, hay algunos que sí que aciertan... y de lleno.

Desde Rio de Janeiro nos han tenido que mandar un mensaje para que nos fijáramos en el trabajo de los españoles Antoñito y Manolín.

Detrás de esta divertido nombre, se encuentran Trini Salamanca y Pablo Párraga, que decidieron el año pasado aparcar sus carreras profesionales de contrato fijo y estabilidad para embarcarse en esa locura del mundo del diseño bajo este nombre que hace honor al de sus padres.

Piezas de ANTOÑITO Y MANOLIN.

El resultado es un estudio/taller, con base en Sevilla, donde crean piezas de cuero, metal y, fundamentalmente, madera (Pablo estudió ebanistería, nada más y nada menos que en Japón) que trabajan a mano y en ediciones limitadas, para darle a cada creación un carácter único.

Su primera apuesta han sido las lámparas, con las que están ya conquistando corazones como el de Guille García-Hoz, que ha contado con ellos para la última edición de Casa Decor. Diseños sencillos y funcionales, pero de gran belleza y exquisitez, nacen de sus propias manos, con unos acabados impecables y pensados para durar en el tiempo.

Piezas de ANTOÑITO Y MANOLIN.

Pero sus ideas no quedan en el mundo de la iluminación. Ya se han atrevido con tres geniales balancines para niños y sus cabezas están maquinando otro montón de diseños más para ampliar la familia.

Acaban de inaugurar su tienda online, así que ya estáis tardando en haceros con alguna de estas creaciones exclusivas.