Nueva entrega de nuestros hallazgos instagrammers. En esta ocasión, nuestros ojos se han quedado suliveiados con la galería del italiano Alessio Franceschetto. Abierta desde marzo de 2016 y con casi 30.000 seguidores, la cuenta del artista es una travesía de rumbo abierto por un mundo de disparates pop e imágenes surrealistas.
Maestro indiscutible del diseño gráfico y, como tal, ultra pro de las virtudes de photoshop, Franceschetto combina su trabajo alimenticio como visual designer en una tienda de Paul Smith en Londres con su ferviente trabajo como artista.
Como fiel heredero del arte pop y del surrealismo más minimal, los chutes de color y el desfile de objetos de consumo definen sus composiciones. Objetos, cómo no, que hacen piruetas con sus funciones habituales y se combinan para crear artefactos absurdos e improbables. Calipos enfundados en mondas de plátano, bailarinas con base de berenjenas, cerillas fritas envasadas de McDonals, cepillos con púas de cactus especiales para pelos escrespados, unos sneakers con print de las famosas chocolatinas o una magnífica tea bag que seguro haría las delicias de los fans de Vetements recorren su web y su galería de Instagram 
Alessio Franceschetto: metáforas visuales de la vida contemporánea
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Experto también en sacar a las marcas de quicio, el imaginario del italiano aparece plagado de "tips" urbanos, logotipos virtuales y firmas comerciales expulsadas de su ecuación original y aterrizadas en soportes alternativos. Encontramos inocentes nubes de golosina en paquetes de Marlboro, un bote de Nutella abigarrado en un pegamento de barra escolar, un polo helado de Iphone, un pintauñas a base de kétchup Heinz o un suculento Magnum bañado de chocolate Louis Vuitton.
Adentrarse en esta fabulosa travesía con el sello del italiano es dejarse embarcar en unas imágenes que planean entre el sentido del humor y la crítica picante y que, desde ahí, estiran la conciencia y bombean las retinas a partes iguales.
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Su talento para retorcer significados y jugar con la plasticidad del lenguaje cotidiano queda más que claro en sus recurrentes metáforas visuales: especialmente sugerentes son sus dosis diarias de redes sociales recreadas en jeringuillas y botecitos de "droga" virtual; el café Starbucks en vena y directo al cuore; la bebida energética con sello Duracell para cargar la pila y perfume de Jack Daniel´s para apestar a alcohol con convicción.
Un arte de la perspectiva, el de Alessio Franceschetto, efecto de la capacidad de observar la vida cotidiana con detalle. Surrounding as inspiration. Porque lo ordinario, si se sabe mirar con atención, revela toda su potencia. Ya lo decía el otro: "el buen dios vive en los pequeños detalles".
Laura Suárez.
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Nueva entrega de nuestros hallazgos instagrammers. En esta ocasión, nuestros ojos se han quedado suliveiados con la galería del italiano Alessio Franceschetto. Abierta desde marzo de 2016 y con casi 30.000 seguidores, la cuenta del artista es una travesía de rumbo abierto por un mundo de disparates pop e imágenes surrealistas.
Maestro indiscutible del diseño gráfico y, como tal, ultra pro de las virtudes de photoshop, Franceschetto combina su trabajo alimenticio como visual designer en una tienda de Paul Smith en Londres con su ferviente trabajo como artista.
Como fiel heredero del arte pop y del surrealismo más minimal, los chutes de color y el desfile de objetos de consumo definen sus composiciones. Objetos, cómo no, que hacen piruetas con sus funciones habituales y se combinan para crear artefactos absurdos e improbables. Calipos enfundados en mondas de plátano, bailarinas con base de berenjenas, cerillas fritas envasadas de McDonals, cepillos con púas de cactus especiales para pelos escrespados, unos sneakers con print de las famosas chocolatinas o una magnífica tea bag que seguro haría las delicias de los fans de Vetements recorren su web y su galería de Instagram
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Experto también en sacar a las marcas de quicio, el imaginario del italiano aparece plagado de "tips" urbanos, logotipos virtuales y firmas comerciales expulsadas de su ecuación original y aterrizadas en soportes alternativos. Encontramos inocentes nubes de golosina en paquetes de Marlboro, un bote de Nutella abigarrado en un pegamento de barra escolar, un polo helado de Iphone, un pintauñas a base de kétchup Heinz o un suculento Magnum bañado de chocolate Louis Vuitton.
Adentrarse en esta fabulosa travesía con el sello del italiano es dejarse embarcar en unas imágenes que planean entre el sentido del humor y la crítica picante y que, desde ahí, estiran la conciencia y bombean las retinas a partes iguales.
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Su talento para retorcer significados y jugar con la plasticidad del lenguaje cotidiano queda más que claro en sus recurrentes metáforas visuales: especialmente sugerentes son sus dosis diarias de redes sociales recreadas en jeringuillas y botecitos de "droga" virtual; el café Starbucks en vena y directo al cuore; la bebida energética con sello Duracell para cargar la pila y perfume de Jack Daniel´s para apestar a alcohol con convicción.
Un arte de la perspectiva, el de Alessio Franceschetto, efecto de la capacidad de observar la vida cotidiana con detalle. Surrounding as inspiration. Porque lo ordinario, si se sabe mirar con atención, revela toda su potencia. Ya lo decía el otro: "el buen dios vive en los pequeños detalles".
Laura Suárez.
